El escape de los reclusos ocurrió durante el pasado fin de semana, de una penitenciaría de Nueva York. Según diversas fuentes de seguridad, la huida ha sido premeditada sin perder ningún detalle, ya que los convictos han llevado a cabo un trabajo minucioso para lograr destruir muros de acero y grandes cañerías subterráneas.

Los protagonistas del inusitado hecho son Richard Matt y David Sweat, de 48 y 34 años respectivamente, ambos cumplían condenas por homicidios. Matt estaba confinado a reclusión perpetua desde el año 1997, por secuestrar, asesinar y seccionar el cuerpo de su ex jerarca.

En tanto, Sweat tenía condena de por vida sin oportunidad de recuperar la libertad, tras haber matado a un oficial de policía en el año 2002.

El procedimiento de fuga fue efectuado con la ayuda de instrumentos que les permitieron a los presidiarios obstruir grandes tuberías y romper muros de seguridad casi imposibles de destruir, hasta llegar a una alcantarilla que comunica con el exterior, según explicaron algunas autoridades. Asimismo, varios oficiales que trabajan en la penitenciaría contaron que en la mañana siguiente al suceso, hallaron las camas de los reclusos ocupadas por bultos de ropa, que simulaban ser los cuerpos de ellos mismos durmiendo. Tras el escape, los cautivos dejaron un cartel con el dibujo de una 'carita oriental' y un saludo que decía 'Que tengas buen día'.

Por su parte, Andrew Cuomo, desde la gobernación del Estado, explicó que aún no logran salir de su asombro ante semejante operación de logística que han realizado los presos y que, tras su detención, intentarán descubrir por todos los medios de qué manera han podido sortear los obstáculos de seguridad, para que nunca más vuelva a suceder algo semejante.

Además, ofreció una gratificación de 100.000 dólares para quien otorgue algún dato sobre los homicidas, que lleve a su captura inmediata. En efecto, el mandatario señaló que se trata de una causa de suma relevancia, porque los hombres en cuestión son asesinos y el hecho de que estén en libertad constituye un peligro para la sociedad.

En este sentido, las fuerzas de seguridad han montado un operativo de investigación para dar con el paradero de ambos hombres, a través de helicópteros, rastreo del terreno con perros entrenados y una centena de policías, que rondan las inmediaciones del penal en busca de pistas certeras o huellas que los reclusos podrían haber dejado tras la fuga.

En relación con las características de la unidad carcelaria, tiene 150 años de antigüedad y está ubicada en el límite con Canadá, con lo cual se sospecha que los fugitivos podrían haber cruzado la frontera. Además, se encuentra a una corta distancia de Montreal y la circundan montes y praderas, que podrían haber facilitado la huida.

Cabe destacar, que de acuerdo con las declaraciones de varios dirigentes, el gran escape es el primero en su tipo, desde la construcción del penal en el año 1985.