Un hombre de 34 años fue detenidoluego que su pareja actual y su ex mujer, concurrieran a realizar sendasdenuncias policiales por la brutal golpiza que le propinó a sus hijos de 11 y13 años con un cable, al parecer, por haber perdido las tarjetas para efectuarel cobro de un plan social.

La salvaje paliza fue tal, que los Niños presentaban heridas sangrantesen todo el cuerpo y a uno de ellos le cercenó una oreja.

Cerca del mediodía, en el barrioLas Ranitas, en la zona noroeste de la capital santafesina el padre de estoschicos tomó un cable y comenzó a pegarles enfurecido porque al solicitarles latarjeta de cobro del plan social ellos le dijeron que no la tenían.

Primero sepresentó la ex mujer del individuo en la comisaría 7ª con el nene de 11 años,por las terribles heridas que tenía en la espalda.

Más tarde, la actual pareja deeste sujeto, se presentó en la misma dependencia policial con el niño de 13años, a quien el hombre le había arrancado la oreja completamente con losgolpes.

Le había prohibido llevar alchico al hospital por lo tanto, aterrada de que algo más grave pudieseocurrirle, intentó pegarle la oreja al chico con el pegamento conocido como “LaGotita”.

El jefe policial de esa comisaríaordenó la detención del sujeto, hecho que pudo concretarse algunas horas mástarde, informaron los colegas del Diario Uno, de Santa Fé. El Centro deAtención de Víctimas de Violencia Familiar y Sexual fue quien informó a laprensa de los hechos.

El fiscal de turno EstanislaoGiavedoni quedó a cargo de la investigación del caso, y procederá acumplimentar la instrucción de la causa.

El flagelo de la espiral deviolencia en el que la sociedad está inserta, está lejos de resolverse. Por elcontrario, los factores externos, sumado a la precaria calidad de vida porcarecer de los elementos básicos querequiere el ser humano para estar completo, cada vez en forma más viralse propaga.

Una adecuada educación, dentro y fuera del hogar, familiascontenedoras, alimentación y control sanitario son elementos fundamentales quehoy le son negadas a un vasto sector de la población. Sumado a una peligrosabanalización de los valores que de hecho, se encuentran invertidos, es lapandemia más devastadora a la que se enfrenta la sociedad.

Además de penalizar a quienesatenten contra las normas y los Derechos Humanos básicos, deben existir de unavez por todas, políticas integrales de integración y nivelación de la sociedad.

Caso contrario, las carencias entodo sentido, terminarán por devorarnos a todos.