Un jubilado de 65 años fue condenado por un tribunal de la localidad de La Plata a 1 mes de prisión en suspenso. El hombre, albañil de nacionalidad boliviana, fue hallado culpable bajo la carátula de "hurto en grado de tentativa" por robarle ropa interior a una mujer.
Según fuentes judiciales, el ladrón ingresó a la casa de la víctima el 25 de mayo de 2013 y tomó de una soga las siguientes prendas: 3 bombachas (una de lunares negros, otra con dibujos de animales y la última de color crema), un corpiño y un mini-short rojo.
El hombre era conocido como "El Sátiro de Ranchos", apodo que se ganó producto de otros hechos de similares características y que eran causantes de rumores entre los vecinos de esa localidad bonaerense, a 118 kilómetros de la Capital federal.
Fue condenado por la jueza en lo correccional Claudia Greco en la modalidad de "juicio abreviado", mecanismo por el cual el acusado acepta la responsabilidad en el hecho que se le adjudica a cambio de una pena menor que la que le correspondería en un juicio tradicional. Igualmente, el jubilado no deberá cumplir prisión efectiva por tratarse de una pena menor a 3 años.
El incidente es llamativo por tratarse de una persona mayor en una pequeña ciudad de pocos habitantes, pero no es la primera vez que se da un caso de este tipo.
Por ejemplo, el año pasado un hombre fue detenido en Pekin (China) después de que se descubriera que había robado más de 2000 corpiños. En aquel hecho, el techo de su casa colapsó por el peso de las prendas que guardaba por encima de él.
Sin embargo, el hombre de nacionalidad china tenía un método mucho más sofisticado que el jubilado de Ranchos: contaba con una llave maestra que le permitió entrar a departamentos de sus vecinos durante más de 30 años.
Otro caso llamativo se dio en el 2012, cuando un hombre fue capturado en Chile por tener en su poder más de 500 prendas femeninas, aunque su necesidad de robar también iba acompañada por abusos. Según algunos relatos, amenazaba a sus víctimas con un cuchillo y les sustraía sus pertenencias, entre las que se incluían las bombachas.