María Angelina Baiotti, de 37años, fue baleada por la espalda el día sábado, aproximadamente cerca de las 21hs., por su ex pareja José Alejandro Weber de 40 años. La joven mujer seencuentra internada en el Sanatorio Santa Rosa en estado grave. Necesita dadoresde sangre grupo 0 positivo y fueron afectados pulmones y riñón.  

Weber en principió huyó, peroluego se entregó y en las primeras declaraciones habría dicho que no eraculpable. La casa de Weber fue allanada y no se encontraron vestigios del armani de las municiones.

La joven madre de dos hijasresultó herida por la espalda y se encontraba hasta ayer en estado crítico luegode ser sometida a una operación.

El día sábado la víctima caminabapor la calle Moreno, cuando a la altura 200, se baja del auto y recibe undisparo de escopeta que le afectó varios órganos. Después de dispararle Weberse habría montado en su Chevrolet Corsa y emprendido la huida. La policíaemprendió el operativo cerrojo pero el agresor se entregó casi inmediatamente.

La ex pareja tenía con la víctimauna relación muy conflictiva. María Angelina había sufrido varios años deabuso e incontables situaciones muy angustiantes que la llevaron a tomar ladecisión de separarse. La fiscal Martiní ha quedado a cargo de la investigacióny en principio confirmó que desde el momento de la separación tenía Weber unaorden de restricción sobre María Angelina Baiotti.

Otras fuentes aseguran queel agresor era muy violento y por la violencia que ejercía contra su ex parejahabría estado detenido sólo un mes antes.

Baiotti no contaba con el botónantipánico tampoco, de los escasos trescientos que tiene la provincia de LaPampa, ya que desde el área judicial hasta la propia víctima no habrían considerado que era necesario.

Ahora se debate por su vida.

Un caso más de desidia, impericia, negligencia e incapacidad del Estado para resolver este grave problema que enfrentamos. A horas de la multitudinaria marcha donde se reclamará se cumpla con la ley contra la Violencia de género, la violencia contra las mujeres parece no tener fin.