Pese a los repetidos intentos del estadoespañol de acosar y perseguir a la organización ecologista Greenpeace, nosiempre puede cantar victoria. En esta ocasión, una sentencia judicial hadejado en nada el intento de la fiscalía, a instancias del Gobierno español, debuscar una sentencia ejemplarizante contra activistas de Greenpeace, para losque se llegó a pedir hasta tres años de penas de prisión.

El actual Gobierno de España tiene como unode los ejes fundamentales de su acción política la persecución y criminalizaciónde toda protesta pacífica que vaya contra sus oscuros intereses.

Así, en las últimassemanas, está intentando una Ley de Seguridad Ciudadana que retrotrae losderechos y libertades a los de la dictadura franquista. Con respecto aGreenpeace, su historial de agresiones debería avergonzar a una democracia quemerezca tal nombre, con embestidas y abordajes desde lanchas militares,lesiones graves a activistas, secuestro de barcos, amenaza de multasmillonarias. Tal es el modus operandi del Gobierno español cuando alguienejerce su derecho pacífico de protesta.

En el caso que nos ocupa, Greenpeace habíarealizado una acción en 2011 pidiendo el cierre de una central nuclear con unlargo historial de accidentes, situada en Cofrentes. Para llamar la atención dela opinión pública consiguió infiltrar a 15 activistas en los terrenos de lacentral.

Estos escalaron una torre de ventilación y pintaron las letras “PeligroNuclear” además de desplegar una pancarta. Para la Fiscalía, tales acciones eranconstitutivas de solicitar tres años de cárcel para cada activista, incluyendoa un fotoperiodista que les acompañaba, así como multas que sumaban más de 350.000euros.

Sin embargo un juez de lo penal ha puesto lascosas en su sitio, absolviendo al periodista de todos los cargos y pidiendoúnicamente a los activistas que se hagan cargo de los daños causados, queascendían a unos 2.000 euros y que satisfagan igualmente cada uno de ellos unamulta de 1.000 euros. La sentencia no es firme y contra ella caberecurso de apelación, pero no está claro aún que ninguna de las partes pienseejercerlo.