La jueza federal María Romilda Servini de Cubría, con competencia electoral, el día lunes dio lugar a un recurso de amparo en el cual se solicitaba la suspensión de las elecciones internas del Partido Justicialista (PJ) en Santiago del Estero, pautadas para el próximo domingo 29 de marzo.
El escrito, que fue presentado por el dirigente del PJ local Daniel Milky, demanda la suspensión de los comicios del partido justicialista en Santiago del Estero, donde existen 200 mil afiliados en condiciones de emitir su voto. Según aduce, el motivo estaría fundamentado en la reforma de la carta orgánica que habría decidido de manera unilateral el delegado normalizador de ese espacio político, Carlos Kunkel.
Según se sabe, Daniel Milky tiene fuertes vínculos con Juan Carlos Mazzon, quien se desempeñaba, hasta el pasado seis de marzo, como coordinador general de Asuntos Político Institucionales de la Unidad Presidente; el ex operador peronista fue desplazado de su cargo por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
También se lo relaciona con el actual interventor del PJ santiagueño Jorge Franco (designado en esa función desde octubre del 2008 por el fallecido presidente del partido Néstor Kirchner) y con Marcelo Nazar, otro dirigente del justicialismo en Santiago.
Durante el mes de octubre del 2014, Carlos Kunkel fue nombrado como "normalizador del PJ de Santiago del Estero", en un intento por retomar el control del partido que fue intervenido por más de 10 años (en el 2003 Néstor Kirchner desplazó de la conducción del justicialismo al fallecido caudillo Carlos Juárez, frente a la crisis institucional que vivía la provincia).
Kunkel no es el único que tiene la misión de reorganizar el partido justicialista en Santiago del Estero; junto a él se encuentran el radical k y ex gobernador Gerardo Zamora y el actual vicegobernador de la provincia José Emilio Neder.
Corresponsales del medio gráfico 'La Nación', confirmaron que el vicegobernador, "Pichón Neder", perteneciente al Frente Cívico local, encabezaba como único candidato para quedarse con la presidencia del partido justicialista en la provincia.
Muchos confirman que este golpe contra el kirchnerismo santiagueño, implicaría el desembarco del sciolismo en esa provincia.