Es parte de la vida cotidiana, en época de elecciones 2015, escuchar y leer sobre las famosas encuestas que se manifiestan en todos los medios de comunicación masivos, pero, ¿Que tan fieles son al contexto real que hoy viven todos los argentinos?

En primer lugar quiero retroceder un año atrás, cuando se celebraban las elecciones generales de Brasil, se difundieron una serie de encuestas, de las consultoras más fuertes del país sudamericano, que daban como amplia ganadora a Martina Silva, del Partido Socialista Brasileño.

Este hecho fue un duro golpe para las encuestadoras a nivel mundial, y se puso en tela de discusión la credibilidad que apuntan.

En los comicios se impuso Dilma Rouseff del Partidos  de los Trabajadores, con 41, 59 % de los votos, seguido por Aecio Neves del Partido de la Social Democracia de Brasil con un 33,55%, las elecciones se extendieron a un balotaje donde el PT obtuvo el 51, 64% reeligiendo así a la mandataria Dilma Rouseff, que aparecia sin ninguna posibilidad en las encuestas.

La inquietud real es, sobre quien realmente se interesa en esas encuestas, lo cierto es que son los mismos medios de comunicación y partidos políticos afines quienes solventan económicamente esas consultas a un numero reducido de habitantes, donde entran en juego miles de variables que a veces son tenidas en cuenta y otras no.

¿Pero cual es el verdadero objetivo?

como todo carácter informativo en una sociedad capitalista, se busca influir en el pensamiento colectivo, en si se trata de una campaña de marketing derivada al campo político, donde gana el mejor producto, es decir el político que supo manejar mejor los caracteres de un mercado masivo, un publico especifico y diversificar su oferta hacia la sociedad, y es ahí donde las encuestas forman un papel estelar, ya que son las encargadas de darles "credibilidad estadística" a los distintos candidatos.

Prácticamente lo mismo que la campaña publicitaria de un producto comercial, que nombra a la mayor cantidad en porcentaje de gente consume ese producto por ser de "mejor calidad", entonces para el razonamiento de una sociedad de mercado se establece que la mayoría consume ese producto por ser mejor en muchas características, cuando se trata de una falacia que parece derivarse de las concepciones más inductistas que toman fulgor. 

Un punto a favor de las consultoras argentinas la justificación de que el electorado argentino está dividido y no hay un candidato que tenga una fuerte intención del voto. 

La mayoría pone a Daniel Scioli, gobernador bonaerense a la cabeza y a Mauricio Macri, jefe de porteño algunos puntos detrás, mientras que Sergio Massa, diputado bonaerense en tercer lugar perdiendo solvencia electiva. 

Pero no todas las encuestas dicen lo mismo algunas sitúan primero a el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires o le dan mayor relevancia al diputado de la provincia de Buenos Aires.

En síntesis, las encuestas son parte de la campaña político/publicitaria, pero de ser así que en octubre se decida entre estas tres opciones políticas, deberemos ver quien hizo una carrera política con frases vacías, y quien cumplió en su distrito con propuestas, silenciadas por quienes hoy solventan encuestas.