Científicos argentinos han creado un implante dental que les implicó muy bajo costo de elaboración; se destina a adultos mayores y jóvenes que no tienen cobertura social.
Miniball. El implante es de una sola pieza, se llama "Miniball", y no sólo el gasto de creación ha sido muy irrisorio, sino que también es de fácil colocación; el sistema retiene las prótesis completas inferiores y generalmente se ubica de manera manual.
Los responsables del trabajo son expertos del Centro de Tecnologías para Salud y la Discapacidad del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), más otros organismos estatales y privados.
Personas mayores y con discapacidades. El objetivo de la investigación y la tarea desde un principio ha sido dar solución -según lo dispuesto por el gobierno nacional- a una cifra superior a tres millones de individuos mayores y discapacitados jóvenes sin obra social.
Características de la pieza, sin intervención quirúrgica. Posee cuatro cavidades en las que se insertan manualmente las cabezas de implantes anteriores; es de fácil y correcta retención y se pone saca sin esfuerzo. No precisa cirugía, se instala en una sola sesión de alrededor de 40 minutos y el paciente se retira del consultorio con los implantes y la prótesis fija.
Transitorio o permanente. El sistema se usa de manera transitoria o permanente.
La diferencia entre ambas modalidades es que los permanentes requieren un tratamiento especial en la superficie del tornillo para producir la integración ósea.
Ahorro. A la rapidez del procedimiento se añade un ahorro significativo de costos gracias al trabajo de la empresa ABT y el INTI, junto a otras instituciones. La primera fase recibió el subsidio del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, y para el desarrollo, seguimiento y protocolización de los "miniballs" intervinieron la Universidad de Cuyo y la cátedra de prótesis de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires, quien construyó el instrumental apropiado.
Recomendaciones. El implante no lo puede llevar a cabo cualquier profesional, únicamente especialistas en Implantología, Cirugía Máxilo Facial, u odontólogos cuyo curriculum muestre capacitad para ello.
• Riesgos. Se corre el riesgo de una infección por no seguir las instrucciones del especialista; si se cumplen no hay ninguna contraindicación. El implante es factible que origine una infección superior a cualquier tratamiento; en consecuencia, el examen a tiempo es fundamental.
• Control anual, duración, higiene. Colocado el implante, el paciente debe ser controlado una vez al año. La pieza puede mantenerse toda la vida, si se agrega una buena higiene para vigilar la placa bacteriana. Corresponde lavarse la dentadura después de las comidas, utilizar palillos o seda dental una vez al día, y en lo posible añadir un colutorio o enjuague bucal.
Cabe destacar que es falso que su vida útil sea de 10 años. El sistema de implantes nació hace 50 años y muchas personas siguen vivas y conservan sus dientes. Lo esencial es controlarse periódicamente y adoptar las medidas de cuidado personal.