Generalmente, los profesionales de la Salud se esfuerzan en hacernos ver los peligros que tiene para nuestro organismo la exposición al sol en demasía. De ellos, quizá el más importante es que eleva el riesgo de contraer cáncer de piel. Ante la amenaza de tener graves problemas de salud, es normal que nos cuidemos en exceso del sol, usando protección solar, gafas oscuras, sombreros, etc.
Sin embargo, poco se habla de lo importante que es para nuestro cuerpo estar en contacto, aunque sea en forma moderada, con la luz solar.
Principalmente, porque ayuda a procesar la vitamina D, fundamental para la fijación del calcio y otros minerales en nuestros huesos. Está demostrado que, de un tiempo a esta parte, han aumentado los problemas óseos, producto de la falta de esta vitamina. Esto tiene que ver, en parte, con la casi nula exposición al sol.
¿Para qué sirve la vitamina D? El principal beneficio que tiene la vitamina D en nuestro organismo es que ayuda a mantener los huesos fuertes. Esto es así porque asiste al cuerpo a absorber el calcio, que es una pieza fundamental para el desarrollo del sistema óseo, ingerido a través de distintos alimentos.
Además, también ayuda a fortalecer los músculos; es importante para el sistema inmunológico, responsable de acabar con virus y bacterias; y favorece el desarrollo del sistema nervioso, ya que es fundamental en el proceso sinapsis, por el que se transmiten mensajes entre el cerebro y el cuerpo.
¿Cómo puedo tomar sol sin que afecte mi piel? La piel produce la vitamina cuando se expone directamente al sol, por efecto de los rayos utravioletas B del mismo (UVB). Para que esta generación se produzca, no es necesaria una exposición prolongada al sol, sino que basta con algunos minutos al día.
Durante el verano, una buena manera de conseguir las dosis de vitamina D es esperar 2 o 3 minutos todos los días antes de aplicar en la piel protector solar.
Otra forma es aplicando protección solar sólo en el rostro, dejando al descubierto brazos o piernas, por ejemplo, si se va caminando hacia algún sitio. También es posible generar cantidades apropiadas de vitamina D exponiéndose entre 10 y 20 minutos al sol, con filtro solar sólo en el rostro, dos veces por semana.
Vale aclarar que, cuanto más blanca es la piel, más rápidamente genera vitamina D por exposición solar. La ventaja de esto es que las personas que se ven más afectadas por la exposición al sol deben hacerlo por menos tiempo, evitando también problemas en su cutis.
¿Hay otras formas de obtener Vitamina D? Sí, hay otras maneras de obtener la vitamina, principalmente mediante la alimentación, aunque en una dieta normal no se incorpora en las cantidades que necesita el cuerpo. Aún así, vale saber que algunos alimentos ricos en vitamina D son los pescados y los lácteos. Finalmente, también es posible consumir suplementos de vitamina D directamente, en casos en los que no alcance con la dieta y la exposición al sol sea dificultosa.