Desde el momento en que la mujer se entera que está esperando familia empieza un asombroso mundo, que consiste en la vivencia de la gestación durante los 9 meses. Muchas rutinas, y en especial el cuerpo, cambian paulatinamente sus ritmos.

Entre los ejercicios que los profesionales aconsejan realizar están aquellos que son de índole cardiovascular. Caminar es uno de ellos, con el beneficio que no se lastiman rodillas y tobillos. No se necesita de lugar especial para hacer esta rutina, solo con un buen par de zapatillas alcanza.

A su vez, nadar es muy aconsejable,las embarazadas trabajan las piernas y los brazos, trae grandes beneficios cardiovasculares y permite que la mujer se sienta ligera en el agua a pesar del peso natural de su cuerpo.

Con la natación se trabaja mucho la zona abdominal para después sostener mucho mejor el peso del bebe.

Los ejercicios de flexibilidad y fuerza son los más recomendables: elYogapuede ayudar a fortalecerá los músculos y mantener una buena flexibilidad. Por otra parte, el estiramiento ayuda mucho mantener la elasticidad, relajar los músculos y prevenir futuras lesiones.

Si la futura mamá tiene la intensión de tonificar sus brazos un poco, el ejercicio con pesas es recomendable. Solo hay que tener en cuenta cuidar la técnica, bajar los pesos ( que cuando aún no se estaba embarazada) y hacer movimientos lentos y controlados.

Todos estos consejos son muy importantes para que la futura madre llegue al momento del parto con mucha fuerza física y mayor resistencia.

Esto ayudará a contrarrestar las molestias durante los trabajos de preparto.

La práctica de una rutina ayuda a prevenir un aumento excesivo en el peso de la misma embarazada combinándolo con una dieta especial a lo largo de toda la jornada. Otro gran beneficio es que se eliminan los dolores lumbares: se calcula que el 75 por ciento de las mujeres que están por tener familia sufren de dolores de espaldas.

Entre las mejoras que tienen las embarazadas tras realizar ejercicios, no debemos olvidar el aumento de la autoestima: porque no solo la futura mamá se cuida “físicamente”, sino también “anímicamente” para recibir a su hijo.