La falta de horas de sueño tiene graves resultados a lo largo del día y repercute de diferentes maneras tanto en hombres como en mujeres en el plano sexual. Desde el punto de vista fisiológico, la carencia de horas de descanso afecta la habilidad del ser humano en cómo se procesa la glucosa.

Entre las diversas funciones del sueño y su estrecha relación con el sexo encontramos que “limpia” la memoria a corto plazo. Distintos estudios han confirmado que pasar una noche en vela disminuye en un 40 por ciento la capacidad de memoria y de recuerdos a corto plazo.

Cuando esto sucede, la persona se vuelve más lenta y menos precisa.

En el caso de los hombres dormir pocas horas es perjudicial para el desarrollo de la testosterona, la hormona que aumenta los niveles de la libido. Con la falta de sueño se incrementa la secreción de cortisol, la hormona del estrés, y trae como consecuencia la falta de deseo sexual.

Para las mujeres, los ovarios son los encargados de producir la testosterona, que trae malos resultados a lo largo de los años: perdida de la memoria, aumento del colesterol. Los cambios repentinos en el humor son muy elocuentes tanto en ellos como en ellas.

El insomnioes el gran enemigo de la sexualidad. Este flagelo ataca en mayor proporción a las personas que van desde los 18 a los 55 años.

Entre sus consecuencias negativas, provoca disfunciones sexuales de diferentes clases. Las más comunes son los estados depresivos: una persona que arrastra una depresión es frecuente que se despierte a la madrugada y, por ende, no descansan bien.

A su vez, se quejan de la falta de descanso y que duermen poco por las noches.

Estas personas ven como su estado sexual se ve alterado con el correr del tiempo. Los científicos recomiendan que las personas adultas deben descansar entre 7 y 9 horas al día para lograr un mejor rendimiento sexual.

Hay que tener presente que el sexo es uno de los mejores ejercicios cardiovasculares que existen, lo que beneficia principalmente al corazón al minimizar el riesgo de padecer un infarto. Pero, la constancia sexual, debe hacerse con el debido descanso del cuerpo para que todas las funciones neurológicas de nuestro organismo estén en óptimas condiciones.