Sofía Gala habló claramente en "Intrusos" bajo una mirada muy tierna de Jorge Rial y su equipo de periodistas. La hija de Moria Casán contó por primera vez lo mal que lo pasó en su época con las drogas. Ahora lleva un año y medio en recuperación y por ello ha querido compartirlo públicamente.

A pesar de contar sus días más tristes al consumir, recalcó que ella no desatendió nunca a su hija, que cuando se la entregaba a su padre era cuando se descontrolaba. Gala se confesó y contó toda la verdad, si hay algo que caracteriza a Sofía es la sinceridad con la que habla pero nunca lo había hecho con su vida personal.

La hija de Moria reconoció que quien la hizo reaccionar fue su madre cuando pidió la custodia de su hija Helena, eso le marcó un antes y un después.  A pesar de que explica que hay cosas que son ciertas y otras no de lo que dijo Moria en su momento, sí que le sirvieron para tomar medidas y recuperar su vida.

Las peleas entre madre e hija se hicieron públicas porque en ese entonces trabajan en "Malas muchachas", y se llegaron a insultar delante de todos, ya que según Moria era muy difícil trabajar con Sofía porque se presentaba drogada y a veces no se presentaba. Tal fue así que rompieron su relación por tres meses. Gala cuenta que le dio mucha vergüenza que su madre metiera a los medios para hacerla reaccionar, y eso no fue justamente lo que la ayudó, todo lo contrario, cuenta que se metía debajo de las sábanas y aún se drogaba más. 

Hoy por suerte todo ha cambiado y Sofía está recuperando su vida y sobre todo la relación con su madre, con quien afirma están pasando por el mejor momento. Moria al escuchar la entrevista, la cual dijo se quedó "embobada mirando" no se hizo esperar y le dedicó varios mensajes de apoyo a través de sus perfiles sociales.

Más que nada quiso felicitarla por no haberla "careteado" y haber contado la cruda realidad.

Hoy Gala se define como una mujer casada feliz, y que dedica su tiempo a sus dos hijos, Helena de 6 años quien fue la que vivió tanto el proceso de adicción como el de recuperación y Dante de siete meses.