¡Descontrol en el corazón!

Ellas por un lado, ellos por el otro. El sexo se unifica en uno y juntos exploran. Hombres por un lado, mujeres por el otro. Este proceso de conocimiento corporal es el que los adolescentes en Argentina están viviendo día a día.

El racismo fue elemento de repudio a lo largo de la historia de la humanidad. Pero también fue esencial para generar revoluciones, que desencadenaron en condiciones igualitarias para todos los individuos. Por eso, hoy con justicia la homosexualidad y el lesbianismo se han asentado con perfecta normalidad en nuestra sociedad, y merecen el respeto de todos. Aunque aún estemos lejos de asimilar lo que representa el racismo y sus consecuencias, hoy dos personas en nuestro país del mismo sexo pueden casarse, y ese logro se atribuye a varios años de lucha por igualdad de condiciones.

Los adolescentes contemporáneos maman esta situación en carne propia. Desde una edad cada vez más temprana, exhiben su condición sexual públicamente sin temor alguno. ¡Excelente avance!. Chicas que van con su pareja femenina de la mano por la calle, u hombres que se besan en la vía pública ya pasean por la ciudad sin temor alguno. Más que meritorio. Además, la existencia de redes sociales funciona como canal de exhibición para ellos, ya que muestran libremente su cuerpo, o simplemente un retrato de ellos con su pareja del mismo sexo. En este caso, ponen su amor a prueba.

La libertad con la que se manejan los adolescentes es innovadora e inédita. En algunos boliches bailables, se está popularizando por su aplicación el término "vale todo". ¿Qué significa esto? Que hombres con hombres, mujeres con mujeres o hasta viceversa puedan estar juntos. Creció en demasía lo que puede denominarse como ambigüedad sexual. Estupendo. Es un revolucionario avance, que poco a poco se establece como realidad y costumbre y que también elimina al racismo como elemento agresivo hacia personas que elijen esta condición sexual.

La propuesta tiene como objetivo que los adolescentes, entre ellos, puedan conocer su condición sexual durante el proceso de crecimiento y formación, y también tengan la posibilidad de demostrar, ante quienes ellos decidan, que están creciendo y las modificaciones que su cuerpo va experimentando.