El eclipse total de luna que en gran parte del mundo pudo apreciarse anoche, causó temor o esperanza en quienes lo tomaron como una señal de que el fin del mundo o un acontecimiento de importancia mundial está cerca. Muchos de ellos, basados en textos bíblicos y de otros libros sagrados o proféticos, están convencidos de que es un presagio del fin de los tiempos.
El diario digital protestante español, 'Protestante Digital', publicó un artículo sobre el tema en el que destaca la excepcional coincidencia de cuatro eclipses totales de luna, con fiestas judías.
Señala también que en ocasiones pasadas, cuando esto ocurrió, sucedió de forma simultánea un acontecimiento de gran importancia histórica para Israel o para el mundo entero.
En esa línea de pensamiento está el autor del libro 'Cuatro lunas de sangre', el ministro protestante John Hagee. Para él, esto es señal de que los Estados Unidos de América e Irán firmarán pronto un acuerdo nuclear que llevará a una guerra de proporciones nunca antes vistas. Según Hagee, Dios quiere darle a la humanidad una señal con todo esto y le corresponde a la humanidad escuchar antes de que sea demasiado tarde.
También el argentino Leandro Pena, miembro del grupo religioso de características judeoadventistas, 'La Verdad Presente', se expresó al respecto.
Para él, según dejó constancia en su blog 'Códigos Secretos', la “luna de sangre” es el cumplimiento de la profecía bíblica del libro de Joel que asegura que antes del 'Día del Señor', “el sol se tornará en tinieblas y la luna en sangre”. Según explica Pena, “una de sangre” en la Biblia es símbolo del fin del mundo.
“Una farsa”
Pero dentro del ámbito protestante, no todos piensan lo mismo. Por ejemplo, para la escritora Selene Amador, “nada puede ser considerado una 'señal de Dios' a menos que un profeta advierta de este evento” para que luego “la señal sea una prueba de que la profecía es correcta”. Además, señaló que sólo porque eventos astronómicos llamativos ocurran de vez en cuando no significa que algo malo esté por suceder en el mundo y animó a la gente a no perder el tiempo y el dinero con lo que ella considera “una farsa”.