Es ideal iniciar en La Habana la gran aventura de descubrir Cuba.

La Habana, a la que bien podría se le podría nombrar la "Reina Colonial" es una majestuosa ciudad que guarda siglos de historia en cada rincón de sus cuantiosos edificios y estructuras de enorme Belleza que halagan los sentidos en cada recorrido.

Se le llama La Habana Vieja a la parte más antigua y céntrica de esta esplendorosa ciudad.

Según Wikipedia, "La Habana Vieja es la zona más antigua de la capital cubana. En su conjunto posee un trazado urbanístico semejante a una gran lente biconvexa de unos 5 km² de superficie, donde todavía quedan restos de las murallas que durante dos siglos la protegieron con un cerco de piedras y la configuraron como un recinto militar defensivo.

El derribo de la muralla se inició en 1863".

Pasear por sus callejones, entrar a su exquisita catedral o visitar el Castillo del Morro a la hora del cañonazo, son unas de tantas actividades que se pueden disfrutar.

Entre a deleitarse a la Casa del Chocolate o saborée el exquisito café expreso de grano tostado y molido que le ha dado a Cuba tantos años renombre internacional.

Descubra el majestuoso Hotel Nacional, recorra sus salones donde se han hospedado celebridades de todo el mundo a través de décadas y décadas, siempre encantadas por ese sabor colonial caribeño, donde se respira un húmedo ambiente que nos transporta varios siglos al pasado.

"La Habana fue fundada el 16 de noviembre de 1519 por el conquistador español Diego Velázquez de Cuéllar como una de las siete primeras villas de Cuba.

Su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987", informa la enciclopedia online.

Al pasear por La Habana Vieja podrá usted encontrarse con una antigua botica adonde solían prepararse ahí mismo las recetas que solicitaba el médico (como hace cientos de años), y que actualmente se encuentra funcionando como farmacia.

La Casa del Agua es otro peculiar lugar turístico, que ofrece agua pura a todos sus visitantes a cambio de un donativo voluntario.

También se puede disfrutar museos de la revolución, además de visitar El Capitolio, edificio de enorme tamaño, representativo de este bello país.

No olvide visitar el Hostal del Habano, donde se ingresa a una recámara de madera como si fuera un enorme humidor lleno de tabacos de todos tipos y presupuestos.

Aquí podrá respirar ese exquisito aroma a tabaco en el ambiente húmedo que requieren los habanos para mantenerse frescos, mientras observa cómo son forjados de una forma 100% artesanal.

Puede hacer sus recorridos caminando, si tiene buena condición física y resistencia al calor, abordar un carruaje colonial, o tomar un típico Coco Taxi, que es una moto adaptada con una estructura de fibra de vidrio en forma redonda, similar a la de un coco de agua, (de ahí lo de Coco-Taxi). Pero para disfrutar todo con más calma es recomendable abordar un Bici-taxi, con el que irá mucho más despacio pero le permitirá ir saboreando la ciudad sin prisas, además de poder interactuar más tiempo con la hermosa gente cubana.

También puede optar por alternar sus tipos de transporte para no perderse de nada.

Si usted disfruta La Habana Vieja caminando, podrá ser protagonista de espectáculos callejeros esporádicos, como un grupo de danzantes que reviven las tradiciones y las raíces africanas de Cuba, ofreciendo una experiencia que lo trasladará a épocas excitantes.

La música, el baile a ritmo de son y la alegría de vivir lo acompañarán en todo momento y en todo rincón de Cuba, siempre rodeados por la cálida amabilidad y fraternidad de los cubanos, siempre con los brazos abiertos para recibir al turista como si fueran sus familiares.