La conservación del horario de verano, en invierno, ha provocado que aún no amanezca. Son las 8 de la mañana en Santiago de Chile, la vida es intensa y rápida, las calles están llenas de personas caminando hacia alguna estación del metro, o en dirección a su trabajo, o hacia un paradero de locomoción colectiva para hacer una fila entre varias personas y así poder subir a una micro, como llamamos al autobús. O las avenidas llenas de miles de autos. Ése es el panorama que a diario enfrentamos todos los que vivimos en la capital de Chile.
Más de 7 millones de habitantes residen en el área Metropolitana, la región número 13 de este país.
Un área que pese a tener serias deficiencias, hoy brilla como una de las principales sedes de la Copa América. Si bien, hay otras ciudades, como Valparaíso, Viña del Mar, Rancagua, Temuco o Antofagasta, que se han esmerado en potenciar sus atractivos para esta evento deportivo, la capital de Chile es el principal escenario en este encuentro, aquí se jugarán casi ocho partidos y a esta zona llegarán más de 70 mil turistas.
En esta oportunidad la crónica de viaje se queda en Santiago. Porque a pesar de ser una ciudad llena de vicios, ruido y smog, como sucede en varias capitales del mundo, Santiago de Chile es mucho más que eso. Es un lugar lleno de atractivos, bonitos paisajes, arquitectura moderna y panoramas muy entretenidos para residentes y extranjeros.
El barrio Lastarria, en pleno centro de Santiago, es uno de los favoritos de los turistas. Es una zona llena de bares, restoranes y emprendimientos relacionados al diseño, un lugar donde podrán disfrutar de buena gastronomía, convergiendo con los nacionales, que al escuchar un acento extranjero probablemente iniciarán una conversación.
Pero a pocos pasos de este lugar, y con el objetivo de conocer un poco más de nuestro arte, el Centro Cultural Gabriela Mistral, bautizado así en honor a la poeta que en 1945 fue merecedora del Premio Nobel de Literatura, es una buena alternativa. Exposiciones, de diferentes corrientes, llaman la atención de los visitantes y los invitan a conocer más de la idiosincrasia nacional.
Además es imperdible ir la comuna de Providencia para disfrutar de su amplia oferta gastronómica y también de una gran cantidad de bares que comienzan a acercarnos a la noche santiaguina. En la mayoría encontrarán happy hour hasta aproximadamente las 22 horas. Una oferta que les permitirá disfrutar de nuestra clásica piscola (pisco más bebida cola) por aproximadamente 2.500 pesos chilenos (4 dólares).
También encuentran bohemia en el barrio Bellavista, en la Plaza Ñuñoa o en la calle Tobalaba, con alternativas para todos los bolsillos. En promedio, dos personas podrían llegar a gastar unos 30 mil pesos chilenos (47 dólares) para disfrutar toda la noche en Santiago.
Y para dormir, hay muchas opciones.
Por ejemplo: hostales a menos de 20 dólares por noche, aunque en estos alojamientos los turistas deben estar dispuestos a compartir habitación y baño con otros visitantes. También hay alternativas en el otro extremo, hoteles lujosos donde una habitación bordea los mil dólares por cada jornada.
Pero la tendencia que ha proliferado en el último tiempo es arrendar departamentos. Es una opción conveniente sobretodo cuando el viaje se realiza junto a un grupo numeroso de personas. En una zona residencial, como Santiago centro, Providencia o Ñuñoa, cerca del Estadio Nacional, una propiedad de unos 80 metros cuadrados puede costar, en promedio, unos 60 mil pesos chilenos (95 dólares) por día.
Otro imperdible es el cerro San Cristóbal que ofrece una panorámica de toda la ciudad.
Pueden subir caminando o en auto, aunque si tienen buen estado físico pueden hacerlo en bicicleta por rutas habilitadas.
Es la Copa América, es la fiesta continental del Fútbol, es un evento del que Chile es anfitrión, es un encuentro en el que la selección nacional busca revancha, es la oportunidad de levantar por primera vez esta copa.