El partido más grande de la provincia de Buenos Aires, contrastando con el progreso del resto del país, sigue preso de la Inseguridad y el aumento de la violencia en asaltos.
El metrobús de la matanza se inauguró hace pocos días, y a pesar de ser la mayor obra de infraestructura e inversión en la matanza, lejos está el partido de alcanzar los niveles de progreso de otros sectores de la provincia, y aún más de la capital de Buenos Aires, y la causa de este mal es la concentración kirchnerista que sigue gobernando la zona, no solamente mezquinando inversiones en inseguridad e infraestructura, sino que desvían fondos para campaña en contra del gobierno nacional.
Cuatro crímenes fatales en el último mes, y más de 15 asesinatos en la matanza en lo que lleva el 2017, continuando así la racha que lleva muchos años rompiendo, siendo el partido más inseguro de todo Buenos Aires, curiosamente también uno de los partidos que sigue gobernado por el Kirchnerismo con un amplio e inexplicable apoyo popular.
La Matanza tiene asignado un total estimado de 5300 agentes oficiales, entre policías locales, bonaerenses y federales poco más de 230 oficiales por cada 100 personas que habitan el partido. Sin mencionar la inseguridad y el aumento de la venta indiscriminada de droga, la policía también se encuentra en complicidad con los criminales provocando un clima propicio para los delincuentes y narcotraficantes.
Pero este asunto parece pasar inadvertido a la intendenta y exponente kirchnerista Verónica Magario, quien es responsable que la matanza este en el puesto 19 de cantidad de policías por habitante, a pesar de lo extenso del partido y lo agravante de la situación.
El domingo pasado, una pareja que regresaba a la zona de san justo vivió una tragedia.
Luego de volver de bailar de un boliche de Ramos Mejía, la pareja fue increpada por delincuentes que le asestaron un disparo letal a Mariano Román de 39 años e hirieron gravemente a su esposa. Sin embargo no hay rastros de los delincuentes. Lo que demuestra no solo el aumento brutal en la violencia en asaltos, sino también la impunidad de los delincuentes y la inoperancia policial.
Es prioridad entonces advertir que a Verónica Magario y su gabinete no solo no le importa la inseguridad del partido, sino que invierten todos sus fondos y esfuerzos en ensuciar el gobierno nacional y no de ocuparse de la crisis que vive La Matanza, la cual parece no tener límite.