La NASA ha informado sobre el hallazgo de una gran elevación con forma de pirámide en la superficie del planeta enano Ceres, ubicado en el Cinturón de Asteroides entre las órbitas de Marte y Júpiter, siendo el más pequeño dentro de esta categoría de planetas.
Ceres fue descubierto por el astrónomo y filósofo italiano Giuseppe Piazzi el 1 de enero de 1801 y bautizado con ese nombre en honor a la diosa romana de la agricultura, las cosechas y fecundidad.
La Agencia espacial ha expresado que la pirámide -presuntamente de formación rocosa- se eleva unos cinco mil metros de la superficie del planeta.
El hallazgo ha provocado sorpresa entre los científicos ya que se suma a las manchas brillantes encontradas recientemente en un cráter de unos 90 kilómetros de ancho.
Ha sido la sonda espacial Dawn la encargada de develar estas incógnitas, acercándose a una distancia de 4.400 kilómetros del planeta enano, cuya travesía se sigue minuto a minuto desde el Jet Propulsion Laboratory de Pasadena, California.
Una de las investigadoras principales de la misión, Carol Raymond, ha señalado que "La superficie de Ceres ha revelado muchas características interesantes y únicas. Por ejemplo, las lunas heladas en el Sistema Solar exterior, tienen cráteres con pozos centrales, pero en Ceres son mucho más comunes".
De acuerdo con su parecer "Estas y otras características permitirán a los expertos comprender la estructura interna de Ceres que no se puede percibir directamente".
Las imágenes que ha tomado la sonda espacial Dawn, permiten en la actualidad, distinguir alrededor de ocho puntos brillantes en el planeta. Entre las probabilidades a tener en cuenta, está la que se trate de un accidente del terreno constituido por algún material muy reflectante como sal o hielo.
En el próximo mes de agosto la nave Dawn se acercará más a Ceres, quedando a aproximadamente 1450 kilómetros de su superficie. Seguramente los científicos contarán con mayores precisiones sobre los misterios de este enigmático planeta enano.