El Club de Robótica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (FIUBA) está constantemente activo, buscando nuevos desafíos y plasmando en acciones las ideas que surgen en sus encuentros semanales. De manera colectiva, sus integrantes dialogaron en exclusiva con Blasting News para informarnos sus actividades, sus logros y sus proyecciones.

¿Quiénes conforman el Club de Robótica?

En su mayoría estudiantes de Ingeniería de la Facultad, además de alumnos del CBC y gente de otros ámbitos. El Club es abierto, puede participar cualquiera con interés y ganas de trabajar.

La diversidad de integrantes se debe a que la robótica es esencialmente interdisciplinaria; es imprescindible la colaboración de gente con conocimientos de electrónica, mecánica, informática y biología.

¿Cuáles son las tareas que realizan habitualmente?

Nos reunimos los viernes en el Laboratorio Abierto de Electrónica. Allí continuamos el desarrollo de los robots que tenemos, se plantean proyectos nuevos y realizamos las reuniones organizativas. Las tareas habituales durante estas reuniones son diseñar y construir los circuitos electrónicos y sistemas mecánicos para los robots y programar el "cerebro" del robot.

¿Cómo suelen pensar y desarrollar los proyectos que surgen?

Cada equipo idea un proyecto particular y lo lleva adelante.

Se trabaja de manera similar a lo que es un hacklab. Uno de los aspectos más importantes de esta forma de trabajo es la interacción entre los distintos grupos: se busca construir sobre los cimientos plantados por proyectos anteriores, aprovechando el conocimiento y la experiencia previa. A diferencia de un aula normal, no hay un docente que imparte el conocimiento; partimos de la base de que todos tenemos cosas que aprender y que enseñar.

¿Cuál es el que más les ha costado y el que más los ha enorgullecido?

En general, el primer proyecto de cada tipo es el más difícil. Una vez que sabemos cómo resolver un determinado problema, los siguientes subproyectos (u otros derivados) resultan más sencillos, e incluso pueden mejorarse mucho. Siempre es un orgullo terminar un proyecto y cumplir los objetivos planteados.

¿Qué tipo de interacción tienen con otros clubes en Argentina o en el extranjero?

Hemos ido conociendo gente que hace cosas similares y comparte nuestra filosofía. Esto es favorecido por nuestra participación en competencias a nivel nacional y actividades de difusión. También hemos servido de inspiración para la fundación de Clubes de Robótica en otras universidades (U. Nacional de Asunción en Paraguay, U. Nacional de Córdoba, U. de La Plata y U. Nacional de San Juan). Estamos en vías de desarrollo de un proyecto que permita conocerse, comunicarse y compartir información para unir a estos clubes y laboratorios que trabajan a nivel nacional y regional.

¿Cuáles son sus proyectos a futuro?

Generalmente proyectos nos sobran. Lo que falta es tiempo y gente interesada en desarrollarlos. Algunos proyectos importantes a mediano y largo plazo se refieren a plataformas robóticas para Educación, como el proyecto Dreamster y el robot Marciano, el más grande que tenemos. La idea es ir haciéndolo más inteligente y sofisticado desde el punto de vista del control y las expresiones.