Quizás como pocas veces, concluido el Mundial los primeros lugares del ranking FIFA se asemejan a las sensaciones de quienes siguen el fútbol de selecciones. Claro, es sabido que son las posiciones en la Copa del Mundo el verdadero escalafón planetario y, apenas unos días después de finalizado el certamen en Brasil, los tres primeros peldaños de ambos listados coinciden: Alemania, Argentina, Holanda. Pero, ¿hasta qué punto sirve el ranking de la FIFA? ¿Es el mismo un parámetro válido para comparar el nivel futbolístico de dos selecciones?

El sistema

Ante todo es necesario saber cómo se compone el ranking.

Los equipos pueden sumar puntos por todos los encuentros que disputen a lo largo de los últimos cuatro años. Se otorgan 3 unidades por cada encuentro ganado, una por empate y ninguna por la derrota. Las victorias por penales equivalen a 2 puntos para el ganador y uno para el perdedor.

Este número se multiplica de acuerdo a distintos factores. En primer lugar al nivel del rival al que se derrota: el factor se obtiene al aplicar la fórmula 200- menos el ranking del rival contra el que se jugó. El factor mínimo utilizable es 150.

El número de puntos por partido también se multiplica por un factor que surge de los resultados de equipos de distintas confederaciones en el último Mundial para establecer aquellas que, en los números, representan un nivel mayor.

Por ejemplo, los puntos de un encuentro entre equipos de la CONMEBOL o la UEFA se multiplican por 1, mientras que entre equipos de la OFC se deben multiplicar por 0,85. Encuentros entre equipos de distintas confederaciones implican sacar un promedio.

También se aplica un factor de acuerdo a la importancia de la competición, con una escala que va desde amistosos hasta Mundiales, pasando por Eliminatorias y torneos continentales.

Para el ranking se toma el 100% de las unidades obtenidas en el último año, el 75% de los puntos del año anterior, 50% del pasado y sólo el 25% de los puntos del año más lejano de los cuatro.

Algunos problemas del ranking

Hay una serie de problemas con estos rankings. Uno de ellos es que alrededor de la mitad de los partidos que juega una selección en el período son amistosos, y que, mientras más lejos está el año del Mundial pasado, estos encuentros amistosos tienen más valor.

Claro, en dichos amistosos es probable que algunos equipos prueben jugadores o lleven un plantel sin muchas figuras.

Las formas en las que están confeccionadas las confederaciones también atentan contra el ranking. Un ejemplo de esto se ve en selecciones europeas a las cuales el sorteo favorece con una zona muy accesible en las Eliminatorias.

Si bien los factores que la FIFA incluye en la confección del ranking intentan corregir esto, parecen insuficientes.Además, por ejemplo, el hecho de ganar o no un título no se incluye a la hora de las cuentas.

Un detalle para agregar es que aquellos equipos que por organizar los Mundiales o las copas continentales se clasifican automáticamente no pueden sumar los puntos de las respectivas Eliminatorias. Y aunque disputen amistosos en lugar de partidos de Eliminatorias, estos suman menos unidades.