Los partidos de Cleveland Cavaliers se cuentan últimamente demasiado por derrotas. El equipo no acaba de obtener buenos resultados y esto empieza a preocupar a la afición. Anoche el equipo que logró sacar una victoria a domicilio del Quicken Loans Arena fueron los Denver Nuggets, equipo que en este momento está decimosegundo en su propia conferencia.
El primer cuarto empezó con un continuo intercambio de canastas y pequeñas rachas que cada pocos turnos ofensivos pasaba a manos del otro equipo. Esto llevó durante todo el cuarto a continuos cambios de preferencia en el marcador y a que se llegara al final del cuarto con una ventaja de solo dos puntos a favor de los Cleveland Cavaliers.
El marcador final fue de veintiséis a veinticuatro.
El segundo cuarto continuó del mismo modo que el primero, con ambos equipos tratando de obtener alguna ventaja pero siempre quedando ambos equipos con ventajas muy cortas y rachas que continuamente cambiaban de dueño, llegando al final del cuarto con un marcador de nuevo ajustado. En este caso fue un veintinueve a veintiséis que dejaba a los locales un punto por debajo con camino al descanso. Mientras Denver Nuggets caminaba hacia el exterior de la cancha sabedores de que habían aguantado a un equipo superior. Los Cleveland Cavaliers empezaban a rumiar una nueva derrota, pues no habían sido capaces en dos cuartos de distanciarse de manera efectiva de unos Denver Nuggets a los que deberían ganar fácil.
En el tercer cuarto los ánimos pesaron sobre los jugadores y en ningún momento la ventaja sobre la cancha fue para los Cleveland Cavaliers, que se fueron dejando el partido por el camino mientras en cada jugada iban perdiéndole la cara a un partido que, al menos en teoría, deberían tener fácil ganar. Acabaron con un veintiocho a veintitrés que distanciaba aún más a Denver Nuggets.
El último cuarto no ofreció en ningún momento ningún tipo de emoción, el marcador estaba ya cerrado y no quedaba nada que hacer aparte de esperar a que sonara la bocina.