Ya desde el inicio los Dallas Mavericks salieron al campo a aislar completamente a un Paul Pierce que es el claro referente de los Washington Wizards en ataque, además uno de sus mejores defensores cuando el balón no está en poder del equipo de la capital. Poniendo a un jugador siempre pendiente de que no recibiera cómodo y de que los balones que pudieran llegarle fueran jugados siempre desde posiciones en las que no existiera posibilidad ninguna de llegar a aprovechar un tiro sin que al menos alguien le flotase o de que, en caso de que decidiera optar por una entrada a canasta en el uno contra uno, existiera siempre al menos una ayuda mínima.

De ese modo lograron secarle con rapidez, hasta el punto de que en todo el partido solo sacó una renta de 9 puntos y antes de cumplirse el minuto 24 de juego su entrenador decidió renunciar a tenerle en la cancha para, por el contrario, sacar a un jugador que recibiera muchas menos atenciones. Esto hizo que los Washington Wizards empeorasen pues, aun siendo un equipo colectivo más que individual, siguen como un equipo que gira alrededor de una estrella que les vuelve mejores y que, una vez no está en el campo, es muy añorada por todos, al menos en los partidos en los que puede ejercer de líder.

Con Paul Pierce fuera de juego los Dallas Mavericks demostraron por qué son uno de los aspirantes al título de campeón de la liga de baloncesto profesional de Estados Unidos por la parte de la Conferencia Oeste.

Se pusieron manos a la obra y fueron derruyendo la defensa rival con lanzamientos desde dentro y fuera de la línea de 3 puntos y haciendo un uso intensivo de la enorme calidad que atesoran algunos de sus jugadores para ir haciendo polvo a sus rivales, que sencillamente iban echándose cada vez más y más atrás hasta acabar contra las cuerdas mientras ellos seguían machacando la canasta hasta llegar al final del partido a un 114 a 87, una ventaja de 27 de las que 24 se obtuvieron en los 3 últimos cuartos. Una victoria abultada contra uno de los mejores equipos de la Conferencia Este.