Anoche era una noche especial para el base de los Minnesota Timberwolves, Ricky Rubio. Por un lado tenía recién firmado un contrato por cincuenta y seis millones de dólares por cuatro temporadas, catorce millones de dólares por temporada, y por el otro iba a celebrar dicho contrato enfrentándose a dos de sus compañeros en la selección española de baloncesto, Pau Gasol y Nikola Mirotic.

Sin embargo la fiesta se aguó para el joven base, pues no pudo llevar a su equipo a una victoria frente a uno de los grandes favoritos al título final. A pesar de los esfuerzos de Ricky Rubio por hacer que su equipo carburase no logró que durante la primera mitad obtuvieran un mínimo de éxito y acabaron la primera mitad con un marcador muy desfavorable.

El primero cuarto, de tanteo para ambos equipos y como ya es costumbre en los Chicago Bulls, acabó con un resultado de veintisiete a veinticinco para el equipo de La Ciudad del Viento, que explotaron en el segundos cuarto.

En este cuarto el marcador fue de treinta y seis a veinticuatro para un total de sesenta y tres a cuarenta y nueve. Catorce puntos que a la postre serían insalvables para los jugadores de Minnesota Timberwolves.

El tercer cuarto parecía el de la recuperación del equipo de Minessota, que logró en muy poco tiempo colocar el marcador a solo cuatro puntos con un parcial de veintidós a treinta y dos a favor de los Timberwolves. La recuperación parecía estar próxima y muchos en el Target Center esperaban ver una victoria de los Timberwolves.

Sin embargo la descalificación de su estrella por acumulación de faltas llevó al equipo a quedarse a las puertas de la victoria. El marcador en este cuarto quedó en un veintiuno a veinticuatro, insuficiente para la victoria de los Timberwolves y acabando el partido con un marcador de ciento seis a ciento cinco.

Como dato curioso Ricky Rubio repartió más asistencias, diecisiete, que todos los jugadores de los Chicago Bulls, que se quedaron con quince. Un gran trabajo que no obtuvo la recompensa esperada.