Los Atlanta Hawks son ahora mismo segundos en la Conferencia Este, solo por detrás de unos Toronto Raptors que están en otro nivel. Ponen cada jornada sobre la cancha un juego colectivo muy superior al de los demás equipos de la conferencia y esto les lleva a ganar con cierta solvencia a prácticamente todos sus rivales por el acceso a los playoffs de la liga. Por el contrario, los Indiana Pacers llevan varios partidos sin ser capaces de obtener una victoria frente a ningún equipo. Este era un partido en el que era previsible una rápida victoria de los Atlanta Hawks.
El equipo del estado de Georgia salió al campo con ganas de comerse a sus rivales. En pocos minutos ya habían abierto la brecha en el marcador apoyados en un inconmensurable DeMarre Carroll. A partir de ese momento los últimos tres minutos se limitaron a mantener los 10 puntos de ventaja en el marcador hasta cerrar el cuarto con un contundente 28 a 18 que dejaba poco margen de maniobra a sus rivales, los Indiana Pacers.
En el segundo cuarto el camino fue muy similar. Los Atlanta Hawks salieron a acabar el partido por la vía rápida y arrollaron sin piedad a unos Indiana Pacers que solo pudieron sentarse a mirar cómo eran claramente superados por sus rivales. Al acabar el cuarto habían cerrado el marcador parcial en 32 a 25 y en el global ya perdían por 17 puntos antes incluso del descanso.
En ese momento ambos equipos tomaron el camino a los vestuarios sabedores de que el partido, aunque formalmente no fuera así, había quedado cerrado y los dos siguientes cuartos solo podrían significar algo en el resultado final si se daba un hundimiento masivo del juego de unos Atlanta Hawks que no habían mostrado la más mínima brecha en su juego.
En la segunda mitad el equipo de Georgia salió a cumplir con el compromiso y a no desgastar sobremanera a sus jugadores más importantes, pues el siguiente partido no tardaría en llegar y les necesitaban descansados para darlo todo en un partido en el que aún quedase algo por decidir.
Al final el marcador fue de 108 a 92 y victoria fácil de los Atlanta Hawks sobre los Indiana Pacers.