Los Boston Celtics son uno de los equipos con mayor historia de la liga de baloncesto profesional de los Estados Unidos. Han ganado más anillos que ningún otro equipo y son una de las dos grandes franquicias de este deporte, junto a Los Ángeles Lakers. Sin embargo, por razones distintas, actualmente ambos equipos está en horas muy bajas. En el caso de los Boston Celtics, se trata de un período de transición en el que están procesando el que una parte importante de sus estrellas hayan abandonado el equipo para retirarse, o para pasar sus últimos años en escuadras mucho menos exigentes.

Esto ha llevado a que los de Massachusetts decaigan en efectividad y actualmente estén vagando por la tabla.

Por su parte, el caso de los Minnesota Timberwolves se podría resumir en dos palabras, "Ricky Rubio". El base español era el motor principal de un equipo que giraba a su alrededor y la lesión que sufrió frente a los Orlando Magic le ha costado al equipo una enorme cantidad de derrotas, que no parece que vayan a parar hasta que vuelva.

Los Boston Celtics salieron a la cancha a ganar el partido por medio de su mejor jugador, el base Rajon Rondo, que precisamente carecía de una pareja de baile a su nivel, por la ausencia de Rubio. Esto llevó a que cuarto tras cuarto el control de la pelota estuviera en manos de un base muy peligroso, que carecía de un oponente capaz de plantarle cara.

Por lo tanto pudo hacer mucho por su equipo y acabó por ganar absolutamente todos los cuartos.

Los tres primeros tuvieron resultados más o menos humildes. Las ventajas fueron de 3, 2 y 1 punto respectivamente, pues los Timberwolves oponían a Rondo sus mejores recursos. Sin embargo, estos recursos se acabaron por agotar y con la llegada del último cuarto, el base de los Boston Celtics pudo hacer y deshacer y eso se notó en el marcador, que pasó a ser 31 a 21.

Al final del partido, un marcador de 114 a 98 no dejaba mucho que discutir para los Minnesota Timberwolves, que sencillamente no pueden sin Ricky Rubio y lo necesitan demasiado.