Los Brooklyn Nets están ahora mismo en el último puesto que da derecho a disputar los playoffs en representación de la Conferencia Este. Son el último equipo de ese lado del país que puede disputarle el título de campeón de la liga de baloncesto profesional de Estados Unidos a conjuntos como los Golden State Warriors, los Memphis Grizzlies o los Portland Trail Blazers. Aunque las posibilidades de llegar a las finales son prácticamente nulas para los de la Gran Manzana, es todo un logro para un equipo de transición llegar a tener siquiera la oportunidad de llegar a las eliminatorias.
En el caso de los Detroit Pistons resulta mucho más improbable que lleguen siquiera a luchar por una posición en este grupo, pues están en una posición pésima, en el puesto 13 y solo por encima de los New York Knicks y los Philadelphia Seventy Sixers. El partido parecía ganado de antemano por los de la costa.
Ya desde el principio del partido los jugadores de los Brooklyn Nets plantearon el partido atacando la mejor baza de los Detroit Pistons para tratar de destruir la defensa. Fueron arriesgando las jugadas para ir cargando de faltas y de minutos a los mejores defensores del equipo visitantes hasta que fueron dándose las imprecisiones necesarias para que el marcador de los locales empezara a dispararse y fuera abriéndose la brecha necesaria para que pudieran jugar con mayor tranquilidad y pasar al siguiente paso de la estrategia.
Acabado el primer cuarto con un marcador de 28 a 18 para los Brooklyn Nets, llegó el momento de cerrar filas y aguantar este resultado a base de jugadas de estrategia y haciendo uso de la mayor parte del reloj de posesión para que el partido se fuera haciendo cada vez más lento hasta llegar al final a quedarse el marcador en una ventaja, al final del partido de 110 a 105.
Los jugadores de Detroit Pistons no fueron capaces de recuperarse del primer golpe moral y acabaron por ceder el partido a unos Brooklyn Nets que supieron pegar primero y muy duro, con lo que a la hora de decidir el partido solo tuvieron que esperar a que el rival cayera.