Este era un partido entre uno de los mejores equipos y unode los peores equipos de la actual temporada regular de la liga de baloncestoprofesional de los Estados Unidos. Muy pocos dudaban de la victoria final delos locales.
Ya desde el inicio del partido, los Washington Wizardssalieron a ganar por la vía rápida y en el primer cuarto adelantaron mucho la defensa, especialmente la que se centraba en el base delequipo de Massachusetts para poder evitar que la distribución del juego, tannecesaria en un equipo que tenía toda su estructura centrada en sacar toda lautilidad posible a la presencia sobre la cancha del ya emigrado Rajon Rondo.
Encada una de las jugadas de ataque que realizaban los Boston Celtics seencontraban con que tenían que forzar rápidamente un lanzamiento a canasta ouna entrada, o por el contrario, acababan con una pérdida de balón y uncontraataque que en muy pocos instantes les colocaba aún peor en el marcador delo que ya estaban. Minuto tras minuto fueron perdiendo la comba del partido ypara cuando quisieron darse cuenta estaban 18 puntos por debajo y se dirigíanhacia su banquillo para comprobar si su entrenador tenía alguna idea brillanteque mejorase la situación en el segundo cuarto.
A partir de ese momento ya no quedaba para los WashingtonWizards más que ir poco a poco administrando la ventaja que ya tenían.Siguieron haciendo una defensa agresiva aunque menos centrada en el base y másen los pases para que las jugadas del equipo de Massachusetts no tuvieranexcesiva capacidad de sorprender, lo que resulta mortal para los BostonCeltics.
Trataron estos de jugar en base a las entradas a canasta que podíanllevar a cabo sin arriesgar demasiado el balón, pero eso llevó a que su juegofuera previsible, lo que facilitó sobremanera el trabajo de unos WashingtonWizards que fueron dejando que el tiempo pasase y la victoria se deslizasehasta su casillero sin mayores problemas.
Al final un marcador de 101 a 88 y un partido muy plácidopara los Washington Wizards, que solo tuvieron que esforzarse en el primercuarto y recoger los frutos del esfuerzo el resto del partido.