Esta madrugada explotó un gran escándalo en el ambiente del Fútbol. En Suiza, y por pedido del Departamento de Justicia estadounidense, fueron arrestados varios funcionarios y dirigentes de FIFA, acusados de cometer Fraude electrónico, lavado de dinero, chantaje, extorsión y otros delitos.
La detención se produjo en la ciudad de Zürich, en el hotel Baur au Lac, donde estaban alojados varios de ellos dado que el próximo viernes se celebrará allí la reunión anual de la institución deportiva.
Los imputados en la causa son 18; entre ellos oficiales de fútbol miembros de FIFA, ejecutivos de compañías de medios y marketing deportivo, empresarios y banqueros intervinientes.
La fiscal a cargo del caso es Loretta E. Lynch, reciente nombrada Fiscal General de Estados Unidos. La investigación comenzó por iniciativa de un juez de Brooklyn y fue pedida por los Estados Unidos, porque se ven involucrados en operaciones bancarias y de otros tipos en su territorio. Según la Justicia de los Estados Unidos, la FIFA incurre en actos de corrupción hace más de 20 años, en relación a la organización de los mundiales, derechos de medios, acuerdos de marketing y otros.
Los imputados son: Jeffrey Webb, Eduardo Li, Julio Rocha, Jack Warner, Eugenio Figaredo, José Margulies, Nicolás Leoz, José María Marín, Aaron Davidson, Rafael Esquivel, Costas Takkas y los argentinos Alejandro Burzaco (CEO de Torneos y competencias) y Hugo y Mariano Jinkis (Full Play Group SA).
Además, 4 de ellos se declararon culpables y están detenidos: Charles Blazer, José Hawilla, Daryll Warner y Daryan Warner.
Charles "Chuck" Blazer, ex miembro del comité ejecutivo de la FIFA, y uno de los que se reconoció culpable, le brindó información sobre la causa a la Justicia estadounidense. Había estado en el comité hasta 2013, cuando fue acusado por coimas. Desde ese momento, trabajó para la Justicia de EE.UU., y se encargó de hacer grabaciones dentro de FIFA, que ahora serían utilizadas para la causa.
El próximo viernes se elegiría presidente de FIFA. El actual mandatario, Joseph Blatter, no está implicado en la causa. De todos modos, esta situación podría ser influyente en su futuro como miembro de la organización y en su campaña a presidente.