La eliminación de anoche de San Antonio Spurs con Los Ángeles Clippers 111-109, ¿habrá sido el último partido del terceto compuesto por Tim Duncan, Emanuel "Manu" Ginóbili y Tony Parker? El mismo que llevó a los Spurs a lograr cinco finales de NBA y cuatro títulos.
Esta eliminación, dura por cierto y en una temporada complicada, donde San Antonio estuvo lejos de mostrar el nivel del período pasado, podría determinar el fin del "Big Three", debido principalmente a que no se sabe si Emanuel Ginóbili continuará en el equipo.
Manu viene con muchas lesiones en esta temporada -sumando más de 20 en el total de su carrera-.
Además su nivel que no fue de lo mejor (sobretodo en los playoff), a diferencia de lo ocurrido en la anterior y, ya con 37 años, se duda de su futuro.
Otro es Tim Duncan, a partir del cual Gregg Popovich, el entrenador de los Spurs, creó una dinastía. Cinco anillos, dos MVP de la temporada regular y tres veces MVP de las finales de la NBA para el ala-pivot nacido en Islas Vírgenes.
Desde la llegada de "Timy D" a San Antonio Spurs, el equipo de Popovich se trasformó en serio animador de la mejor liga del mundo. Cinco veces campeón de la NBA (1999-2003-2005-2007-2014) y seis veces de Conferencia (1999-2003-2005-2007-2013-2014) lo dicen todo.
Ahorá quedará ver si Manu y Duncan siguen, y en caso de que no lo hagan, ¿quiénes podrían remplazarlos?
¿Marc Gasol, Lamarcus Aldrige, o quién? En todo caso, el equipo que hoy gira en torno a Tim Duncan, empezará a depender cada vez más de lo que haga Kawhi Leonard.
Es decir que, de no seguir Manu Ginóbili y Tim Duncan e incluso con la continuidad ellos, la reconstrucción de los Spurs deberá basarse en la suma de jugadores de jerarquía; ya sea con la contratación de Aldrige, Gasol o quien sea.
Y, además, empezar a centrar el equipo en Leonard, para que mas decisiones pasen por sus manos.
Qué sucederá, ya lo veremos. Lo que San Antonio deberá hacer es tratar de suplantar a dos de los jugadores más importantes en los últimos 20 años de la NBA.
Fácil no la tiene, pero con Popovich todo es posible.
