Continúan las sorpresas en el mundo del Fútbol. Primero eran las detenciones de altos cargos de la FIFA la semana pasada por chantaje, Fraude electrónico y lavado de dinero. Ahora es el mismísimo Joseph Blatter, Presidente de la FIFA desde 1998, el que sorprendió a todos presentando su renuncia como máximo dirigente del fútbol mundial tan solo cuatro días después de ser reelegido por quinta vez.

El sorpresivo anuncio tuvo lugar en Zurich, ciudad donde FIFA tiene su sede, a través de una rueda de prensa de no más de 10 minutos y en la que no se admitieron preguntas.

"Me interesa muchos los intereses de FIFA, algo que tengo dentro del corazón, por eso he tomado esta decisión. Agradezco a los que me han apoyado. Lo que más cuenta para mi es la institución FIFA", anunció Blatter, que presidirá el organismo hasta que se elija a su sucesor en Congreso Extraordinario.

El nuevo presidente se elegirá en un congreso extraordinario que la FIFA convocará entre diciembre de 2015 y marzo de 2016, según precisó el presidente de la comisión auditora, Domenico Scala. Según palabras del propio Blatter, seguirá en el cargo hasta dicho congreso. "Pongo mi mandato a disposición y en el corto plazo habrá un congreso extraordinario que elegirá a mi sucesor. Será con el tiempo suficiente para que los candidatos deseosos de presentarse puedan hacer sus campañas.

Yo no seré candidato", resumió.

El nombre de Blatter no aparece en el informe que el Departamento de Justicia de los EEUU hizo público el pasado miércoles. Sin embargo, hombres de confianza del suizo han sido detenidos o imputados por orden de la Fiscal General norteamericana, Loretta Lynch. Destacan los nombres de Eduardo Figueredo, ex Presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol y Vicepresidente FIFA y Nicolas Leoz, Presidente de la Conmebol más de 20 años. 

Además de dirigentes de fútbol, tres argentinos aparecen involucrados en el escándalo FIFA.

Son Alejandro Burzaco, Presidente de Torneos y Competencias S.A., Hugo y Mariano Jinkis, directores de Full Play, una empresa de marketing deportivo con sede en Argentina.

Ya es el mayor escándalo de corrupción de los 111 años de la FIFA, que vive su peor momento. Y, visto lo visto hasta ahora, esto parece recién comenzar.