A Argentina le tocó bailar con la más fea. Las juveniles nacionales de básquetbol se toparon, en teoría, con el mejor equipo del mundo en los octavos de final del certamen realizado en Grecia. Y han recibido un duro golpe por parte de los norteamericanos, que no tuvieron piedad y aplastaron al combinado nacional por 93 a 45. La derrota ante este rival era más que previsible pero no tanto era esperable tan pobre rendimiento de los chicos argentinos.

Con esta estrepitosa caída, el conjunto dirigido por Sebastián Ginobili acumula cuatro encuentros perdidos sin haber ganado ni siquiera un partido.

Este nuevo traspié ya le imposibilita al elenco albiceleste pelear por el título. Una campaña indecorosa que no estaba en los planes de nadie. Si hay un deporte que nuestro país haya crecido tanto, ese es el Básquet. La famosa generación dorada ya es pasado pero actuaciones de este tipo no condicen con el verdadero potencial que tenemos en las categorías formativas de una disciplina que siempre dio que hablar, no solo los mayores, también los jóvenes han representado de excelente manera al país.

La estrella del plantel, Juan Pablo Vaulet, no pudo jugar ante los yanquis por una lesión en el tobillo. El posible futuro jugador de la NBA tampoco logró lucirse en anteriores compromisos debido a sus problemas físicos que no le permiten alcanzar su plenitud.

Cuando él no está en la cancha, el equipo se desempeña de otra forma. El grupo siente excesivamente su ausencia y no hay otra figura que pueda ocupar su lugar.

Fernando Zurbriggen fue quien logró meter más veces la pelota naranja en el aro. Sin ser descollante terminó siendo la figura de la celeste y blanca con 13 puntos.

Dentro de un goleo muy escaso que no pudo superar los 50 puntos. Además capturó 6 rebotes, otro rubro pobrísimo de los argentinos que no pudieron de ningún modo ante la talla, la fuerza y presencia de los estadounidenses.

Ahora le queda el consuelo al seleccionado de jugar la clasificación del puesto 9 al décimo sexto. Para ver si llega esa victoria tan esquiva y necesaria.

Si el nivel de los chicos no levanta es posible que se despidan del torneo sin haber ganado ni un solo partido. El siguiente duelo será frente a Republica Dominicana, ganando dicho cruce se asegurarán al menos el duodécimo puesto. Pero para eso hay que ganar, algo que los chicos todavía no hicieron.