Acababa de errar un penal que fue el primero de la serie que catapultó a Chile al bicampeonato de América. Antes de eso, jugó uno de sus más flojos y más solitarios partidos con la celeste y blanca. Además, Argentina perdía su tercera final seguida. Cuando todo parecía ser el peor día de los pocos peores días de Lionel Messi en la selección, él mismo se encargó de profundizar e inundar de tristeza a aquellos ojos llorosos que se ahogaban en la humanidad del diez argentino. El 27 de junio del año pasado Messi renunciaba a jugar en la selección.

Messi quiso dejar la selección

"Ya está, se terminó para mí la selección. Ya son cuatro finales, no es para mí. Lamentablemente, lo busqué, era lo que más deseaba, creo que ya está. Es una tristeza grande lo que nos volvió a pasar y encima me toca errar el penal", soltó Messi aquella noche. Un año después de aquella angustia inesperada, muchas conjeturas se enarbolaron al respecto: algunos optaron por definir la decisión como "un acto de bronca por haber perdido otra final", mientras que otros prefirieron por dotarlo a Messi de la comisión de una proeza de vestuario "para quitarle la presión mediática a sus compañeros luego de la derrota".

Lo único cierto fue la parálisis ambiental que generó la supuesta futura ausencia de la mejor zurda argentina.

Durante ese instante que fue uno de los peores instantes de todos los instantes, el país se nubló con la sola idea de perderse al mejor de todos. El juego más lindo parecía perecer ante la huida de su mejor intérprete. Surgieron miles y miles de mensajeros que se gastaron los dedos escribiendo y se rompieron la garganta gritando con la esperanza de volver a verlo a Messi.

El gobierno nacional publicitó hasta en los carteles de tránsito la leyenda "Volvé Leo". Los personajes argentinos más influyentes de Argentina se unieron casi al unísono para rogarle al diez que se quede para siempre: desde el Presidente de la Nación, Mauricio Macri, pasando por exfutbolistas y hasta los más reconocidos actores y cantantes.

Todo eso provocó Messi. Y mucho más también.

Messi fue el líder hasta en la derrota

Y aunque ni el propio Messi haya estado convencido de la veracidad de su elección, es probable que se haya influenciado, incluso hasta inconscientemente, por la exigencia que reprime a los jugadores argentinos por la falta del grito "campeón". Después de esa noche nefasta, solo una cosa podría haber opacado el mal partido del entonces equipo de Gerardo Martino y una nueva final perdida. Esa única cosa Messi pareció saberla para que esa nueva derrota pasara a un plano secundario y la noticia fuera otra. Vaya si le salió bien.

Meses después la historia retomó el cause esperado. Argentina jugó contra Uruguay por eliminatorias, ganó uno a cero y el gol lo hizo Lionel Messi.