La República Argentina logró un acuerdo histórico con Estados Unidos al obtener de Washington el permiso para volver a exportarle carne. El campo argentino al fin podrá acceder a amplias ganancias con la re apertura del mercado bovino.

El envío de carne a ese país significará un ingreso de 280 millones de dólares por año, gracias a gestiones del Ministerio de Economía actual que consiguió que EEUU levante la prohibición de retomar las relaciones comerciales.

El logro se obtuvo tras realizar con buenos resultados reclamos en foros internacionales como la Organización Mundial de Comercio (OMC).

El mismo gobierno norteamericano anunció que levantará la barrera comercial y permitirá nuevamente el ingreso de carne fresca, a través de actividades que emprenderán el Servicio de Inspección de Salud Animal y Vegetal (APHIS, según su sigla en inglés) y del Departamento de Agricultura (USDA).

Estados Unidos aceptará la importación de carne bovina "enfriada o congelada" de la totalidad de las provincias argentinas. Hoy entre 15 y 18 frigoríficos argentinos están en condiciones de exportar carne fresca de inmediato.

Las condiciones estadounidenses para la importación son las siguientes: La carne debe ser de animales nacidos, criados y faenados provenientes de regiones donde la fiebre aftosa no se haya diagnosticado en los últimos 12 meses.

Los animales deben ser inspeccionados en vida y post mortem, con una atención centrada particularmente en la cabeza y pezuñas y verificando que no padezcan enfermedades vesiculares.

Los frigoríficos y mataderos que reciban el ganado serán evaluados por funcionarios del APHIS - USDA.

Argentina exportaba entre 20 y 25 mil toneladas por año a EE.UU.

Una vez realizadas las inspecciones sanitarias, se espera retomar este cupo de exportación.

También se reiniciarán las Exportaciones cárnicas a Canadá y México.

Fue en 2001, cuando era Jefe de Estado el radical Fernando de la Rúa, que el país del norte impuso un corte proteccionista sobre el ganado bovino porque adquirió la fiebre aftosa, a raíz de la falta de adopción de medidas argentinas para evitarla.

Así se perdieron más de dos millones de dólares en exportación y resultó necesario que, superada la infección aftósica durante el gobierno kirchnerista, se hayan tenido que hacer numerosas gestiones para terminar con ocho años de barrera al ingreso de cortes vacunos.

Para el actual gobierno nacional concluye una década de procedimientos e intercambios con el Departamento de Agricultura de Washington y otros organismos multilaterales.

Se suman los reclamos ante la OMC; tramitaciones que duraron dos años hasta conseguir un pronunciamiento favorable, cuyo fallo se dará a conocer en las próximas semanas.