La agresividad de los jóvenes, ¿por qué se produce? En el colegio, en la casa, en una discoteca, en la calle vemos a diario jóvenes que muestran una agresividad jamás vista. Sin embargo, ¿nos estamos acostumbrando a que los jóvenes sean agresivos? ¿Debemos aceptar esa agresividad? Hay padres y padres, algunos muy permisivos sin poner límites y otros poniéndoles límites, llega un momento en que sobrepasan esos límites.

¿Quién tiene la culpa? Los padres modernos son esos que dejan a sus hijos que hagan lo que deseen, pero también no les interesa ponerles normas, porque cree que es el colegio quien debe marcar las pautas y cuando algo pasa es mejor echar culpas a otros que aceptar que el error viene de la casa.

Por otra parte, hay padres muy rigurosos, autoritarios en que el joven se revela y comienza a tomar sus propias decisiones, aunque equivocadas, está en un conflicto interno, porque por un lado sabe cómo deben manejar los valores enseñados en la casa, pero por otro choca ante una sociedad en que el joven no es muy tranquilo, sino que necesita hacerse ver frente a los demás pares de su edad.

Los padres que le dan todo lo monetario, y hasta lo cubren en las fechorías que han hecho, está detrás de una madre que todo lo da por sus hijos, son sus polluelos y no es así. Desde niño se debe pautar reglas, valores y responsabilidades. Nadie debe estar a merced de los hijos, si atenderlos, darle educación, comida y vestido, pero ya cuando sobrepasan esos límites no es normal.

El niño o joven que maltrata a los padres se llama Síndrome del Emperador. Y aquellos padres que fueron autoritarios y el joven se revela, quizás son normales que explote. Todo debe ser en su justa medida. El Síndrome del Emperador es tratable, solo que se deben sentar los padres con el niño o joven y decirles basta, de ahora en más iremos los tres al siquiatra y psicólogo para poner las cosas en orden, necesitamos tener un diálogo y lo tendremos.

No es tarea fácil, pero si se puede intentar para que juntos reflexionen, es importante también vigilar las juntas de nuestros hijos, hay que hacerles ver cuán importante es el comportamiento frente a los demás sin caer en la agresividad.