Los problemas del celular y elWhatsApp. Es habitualque tanto jóvenes como adultos estén todo el día con el celular o bien hablandocon sus amigos y familia, lo mismo que por WhatsApp. Si bien parece inofensivose puede llegar a volver adicción y es allí donde se gestan las discusiones.

Mónica, lamadre de una adolescente llamada Carolina, nos cuenta que su hija vive con elcelular en la mano, desde que se levanta hasta que se acuesta. Mientrasalmuerzan o cenan, su hija no para de tipiar en el celular con sus amigas, loque más de una vez le ha reprendido, por no dejar el celular lejos, mientras sealmuerza o cena.

Otro caso,es el de Morena que dice que ella es adicta, que no puede dejar su celular,primero porque vive charlando con sus amigas a través del WhatsApp o biencharlando breve por el celular, porque si no le viene una cuenta con un preciobastante alto. Por lo tanto, opta siempre por comunicarse por el WhatsApp.

Dora y suesposo Mario, hace poco estuvieron a punto de divorciarse porque Dora vive consu celular en mano, comenta que mientras él le está hablando ella whatsappea yeso se lo toleró durante mucho tiempo y en su última riña le dijo: "O tucelular o yo, porque no puede ser que entre medio de nosotros, no puedas dejarun minuto para poder compartir un rato en pareja". Obviamente que tiene razón.

Otra escuando los celos afloran por no saber con quién habla la pareja. Susana es unamujer celosa de por sí. Si bien, cada media hora o una hora pueden llamarlo porteléfono por su trabajo como policía, ha llegado a sospechar que tenía unaamante. Han tenido muchas riñas a causa del celular que siempre está sonando.Si bien su esposo le muestra quién es con la persona que está hablando, a veceses agotador para la otra persona.

Su esposo le ha dicho que confíe en él, que no le defraudará nunca

Todaadicción es mala, todo tiene un límite, lo importante es saber hasta dóndeinfluye en nuestro entorno. Tratemos de usarlo cuando realmente la ocasión lorequiere, y no depender de un llamado o un WhatsApp.