Generalmente no es fácil. Pocas son las veces que la separación se enfrenta de manera positiva, como si fuera una liberación. Por lo general uno sufre más que el otro y salir adelante es difícil.
El periodista y escritor Julio Bevione, te da algunos tips que pueden ayudarte a descubrir algo nuevo en esta situación.
¿Qué viene a mostrarnos un quiebre amoroso?
Muchas cosas, pero podemos poner atención en que algunas veces, en el final de una relación, nos damos cuenta que nos habíamos abandonado por el otro. Hay maneras muy sutiles de hacerlo, y cómo van cubiertas del "deseo de amar al otro", recién cuando se va nos damos cuenta del espacio de nosotros mismos que no habíamos atendido.
También puede simplemente mostrarnos, que la razón por la que nos encontramos no creció y evolucionó con la relación. La sugerencia es que cada quien haga su reflexión y no desaproveche la posibilidad de mirar que puede ver de sí mismo en ese final.
¿Qué podemos aprender del otro?
El otro siempre nos va a mostrar lo que nosotros no podemos ver o reconocer de nosotros. Es un espejo al que le solemos huir por esa razón. Me muestran mis luces y mis sobras, no aprendo tanto del otro como a través del otro.
¿Cómo superarlo?
No creo que debería superarse, porque no es malo, ni negativo. Lo que suele ser es doloroso y el dolor va perdiendo fuerzas a medida que vamos aceptando lo que sucedió, dejando de desear que la otra persona o la situación hubiera sido diferente, y asumiendo lo que puedo cambiar en mi.
Darle la cara al final, no evitarlo, me da fuerzas para seguir y hacerlo diferente.
¿Es bueno intentar sacarse a esa persona de la cabeza o debemos hacer hacer un duelo?
El duelo siempre es necesario de todo final. No creo que podamos "sacarnos a alguien de la cabeza". No es posible. Pero si podemos ir moviendo a esa persona del dolor a la aceptación elaborando el duelo y asumiendo los aprendizajes.