La caída de la bolsa de New York generó una crisis que se hizo eco en todas las economías. Mientras EE. UU. recibía las políticas del Estado de Bienestar de la mano de Roosvelt, para paliar la desocupación y la re-industrialización del país, Alemania sufría atada a la imposición de las potencias capitalistas, tras el tratado de Versalles de 1919.

La comunidad judía alemana generaba un aporte importante a la industria y al comercio. Sin embargo, según diversas fuentes, existían diversos proyectos para materializar un estado judío. Desde 1880, muchos colonos fueron llegando a Palestina y adquirieron tierras.

Perseguidos por comunistas, por usureros o por su religión, unos se asentaron en la Palestina Británica, otros huyeron a la Unión Soviética y el resto de los perseguidos judíos se establecieron en EE.UU., Australia y Argentina.

Tras el impacto psicológico, doloroso y aberrante que fue el Holocausto, cometido por el mundo Nazi, empezaron las negociaciones para declarar la independencia. En 1947 las tropas británicas se retiraron ante la escalada de violencia generada por los grupos terroristas pro sionistas como Irgún, grupo para-militar autor de un atentado muy importante en el Hotel Rey David de Jerusalén.

El territorio quedó dividido en dos, la parte oriental para lo judíos y la occidental para los árabes.

En noviembre de 1948 la ONU aprobó la creación del Estado de Israel. Ben Gurión fue el primer presidente y los conflictos comenzaron, dado que el nuevo país sin consultar a la otra parte se adueñó de todo el territorio, desoyendo toda clase de opción generada por la parte árabe. La población se incrementó de forma acelerada por las expectativas de los judíos que migraron de diversas partes.

En los primeros años se optó por un sistema socialdemócrata donde la puja interna entre la izquierda, que abogó por la solución del conflicto y la derecha fueron constantes. Tras el gobierno de Golda Meyer, Israel se convirtió en una nación cerrada, conservadora, teocrática y fundamentalista, con la inteligencia militar y las fuerzas armadas más desarrolladas de Medio Oriente.

Pasó de ser una país ligado a Francia y Gran Bretaña, a ser el centinela norteamericano en la región, tras los acuerdos de Camp David. La violación constante de los territorios asignados en los acuerdos sumado al mal trato a la población palestina perpetuaron las disputas. Las Fuerzas Armadas apoyadas por EE.UU. han llegado a 32 kilómetros de Damasco, la capital Siria cuando en 1967 tomaron los Altos del Golán y a 101 km de El Cairo, cuando fue el conflicto de Yon Kippur.

Por eso, la inteligencia imperialista domina a través de cualquier regla, sea moral o inmoral, los territorios y avanza, a la usanza yankee, con el lema de defender la propia seguridad generando un cierto resentimiento por el cinismo empleado, a la manera de las acciones del Mossad, violando reglas de todo tipo, como ocurrió en Argentina en 1960, con el secuestro del criminal nazi Adolf Eichman.

Desde 1948 fueron asesinados 60.000 palestinos por las armas genocidas de Israel; fusiles y armas modernas, apuntan a personas apenas armadas con piedras y palos generando una desproporción de fuerzas increíble. Israel llama a una guerra santa, como el Isis islámico, cuando ejemplos como la orquesta judeopalestina de Daniel Baremboim demuestran que se puede la paz.

Israel se ha convertido en un infierno donde la tortura es legal, los muros dividen culturas y el antipalestinismo es bandera de opresión y muerte.