Los estudiantes chilenos pueden, desde hoy, elegir una universidad gratuita para formarse. El 23 de diciembre las autoridades chilenas aprobaron una ley para que la Educación superior sea sin costo. Hubo un extenso intercambio de ideas entre diputados y senadores, quienes finalmente llegaron a la conclusión de que la universidad debe ser gratis en Chile. Esta medida beneficiará a más de 200.000 alumnos que quieran obtener un título de grado. Los requisitos son: ser de nacionalidad chilena, que no tengan ningún título previo y que pertenezcan al 50% de la población más económicamente vulnerable del país, quienes no abonarán nada por educarse, ya que ese gasto lo pagará el estado.
Hace treinta años atrás la educación superior chilena era gratuita, pero durante la dictadura de Augusto Pinochet se decidió que el estado se hiciera cargo sólo del 25 % de los gastos de la enseñanza y que los alumnos asumieran el 75% restante de esa responsabilidad económica. En ese momento las autoridades trasandinas delegaron gran parte de la educación al sector privado, para deshacerse de esa obligación y concentrar su atención en otros intereses. En los últimos años los jóvenes chilenos salieron a la calle para reclamar una formación superior gratuita, pero el pedido fue negado por el ex presidente Sebastián Piñera, pero sí encontraron una respuesta positiva en la actual mandataria Michelle Bachellet.
Los jóvenes trasandinos se inspiraron en la educación universitaria argentina que es gratuita y con un ingreso sin requisitos, para pedir que sucediera lo mismo en Chile, todos esos reclamos encontraron una salida satisfactoria que se pondrá en práctica cuando en marzo del 2016 los estudiantes de ese país gocen del beneficio de una formación superior gratuita, como sucede en varios países del mundo. Aunque aún hoy existen personas que defienden la educación universitaria arancelada, argumentando que muchos alumnos abandonan la carrera que eligieron, y eso representa un gato inútil para el país.