Un grupo de trabajo compuesto por nutricionistas, psicólogos, pediatras y sociólogos presentó ante la Organización Mundial de la Salud (OMS), un informe alarmante que comunica que hay 41 millones de niños obesos en el mundo. Significa que el 6,1% de nenes menores de 12 años padece esa enfermedad, en el planeta. El objetivo de este documento es averiguar las causas del sobrepeso en los infantes, y con esa base, luchar contra este grave flagelo. Las advertencias están dirigidas a los padres para que se ocupen del problema.
El informe reveló que quienes más sufren esta enfermedad son los países en desarrollo, más específicamente las familias con ingresos medios y bajos.
Esto se debe a que tienen menos acceso a un a alimentación saludable y una actividad física adecuada para su edad. Además consumen alimentos con mucha azúcar y excesivas calorías. Obviamente los infantes no eligen la comida que ingieren ni pueden iniciar una actividad física por sí solos. A esto se suma que los menores no comprenden las consecuencias de comer comida chatarra ni del sedentarismo.
Es por eso que los adultos deben tomar medidas urgentes para reeducar a sus hijos en un contexto de una alimentación sana y deportes adecuados para cada niño. Se observa que los problemas de sobrepeso empiezan desde el embarazo, ya que sus madres también están mal alimentadas y son sedentarias. Lo ideal es que estas mujeres tengan hábitos sanos desde antes de la gestación y que vivan una gravidez sin excesos innecesarios.
Las mamás también tienen que ser reeducadas en una buena saluda, para que reproduzcan ese estilo de vida en sus hijos.
Las consecuencias en la vida adulta de una persona que fue obesa en su infancia son: depresión, bajo rendimiento laboral, baja autoestima, hipertensión arterial, diabetes, entre otras. Es por eso que la Organización Mundial de la Salud recomienda realizar actividad física durante 30 minutos por día, por lo menos. A pesar de la baja exigencia de la recomendación, sólo el 25% de la población mundial la cumple.