El hallazgo se produjo el jueves, cuando dos jóvenes pescadores de Filipinas divisaron un yate a la deriva y con las velas rotas, mientras estaban pescando como lo hacían habitualmente, en la región nororiental del archipiélago filipino de Mindanao. El barco se encontraba a una distancia de 60 kilómetros del margen costero y en condiciones precarias, apenas se mantenía a flote.

Los pescadores ingresaron al velero y encontraron el cuerpo momificado de un capitán alemán de 59 años, quien fue identificado como Manfred Fritz Bajorat. El hombre, estaba sentado en una mesa de navegación frente a la radio de comunicación y por la postura, los investigadores forenses estiman que podría haber fallecido en el momento en que realizaba una llamada de emergencia.

El cadáver, según Daily Mail, citado por diario UNO, no presentaba signos de violencia, con lo cual la muerte del capitán podría haber sido a causa de un ataque cardíaco.

Lo más insólito y trágico del descubrimiento, es que el cadáver se encontraba momificado, como producto de las corrientes de viento cálidas, secas y saladas del mar. De acuerdo con las declaraciones del personal policial, aún no han podido establecer la fecha en que murió Bajorat, ni la causa específica de su fallecimiento.

En el interior de la nave, los investigadores hallaron álbumes de fotos, en las que aparecen familiares del capitán, su mujer y algunos amigos. Según los medios de comunicación de Alemania, Bajorat vivía sólo desde el 2010, cuando había fallecido su ex mujer, de quien se había divorciado en el 2008; y, desde hace un año, no se conocían noticias acerca de él.

En efecto, el alemán habría estado navegando por el mundo en su barco privado, durante las últimas dos décadas y; en base a las informaciones del caso, no se habrían conocido noticias sobre él desde el 2009. Sin embargo, un amigo suyo comentó a la prensa que tuvieron novedades de Bajorat el año pasado, por medio de la red social “Facebook”.

La policía y los expertos del caso están tomando contacto con amigos y allegados de Bajorat, para poder iniciar la reconstrucción de su vida durante los últimos días.