La irrupción del empresario Donald Trump en el mundo de la política ha sorprendido a todos. Los propios estadounidenses están desconcertados ante la carrera imparable del magnate. En Europa su figura producía risa al principio, pero ahora genera temor porque le recuerda a Adolf Hitler. En América Latina su política genera desesperanza porque Trump siempre habla pestes de la región, en especial contra México. Ha insultado a las mujeres, insinuando que tienen mal carácter por razones hormonales. También se lleva mal con los árabes, argumentando que ningún musulmán debería ingresar a Estados Unidos.

Su lema es 'Hacer grande a Estados Unidos otra vez' porque cree que su país perdió poderío y él piensa que puede recuperarlo.

Su éxito tiene varias razones: en primer lugar, muchos norteamericanos deben pensar igual que él, sino sería imposible su avance. En segundo lugar, hay que reconocer que Trump se mueve como pez en el agua en los medios de comunicación, a pesar de los exabruptos que cometió desde que se lanzó como candidato presidencial. También supo aprovechar la decepción que sienten los estadounidenses por la política tradicional, él siempre triunfó en el mundo de los negocios, y muchos piensan que puede trasladar ese éxito a una futura gestión presidencial. Sólo hubo un aspirante que pudo hacerle sombra a Trump: el neurocirujano Ben Carson, quien pudo ganarle en algunos sondeos entre los republicanos, pero después el magnate volvió a estar al tope de las preferencias en su partido.

El último escándalo en el que Trump estuvo involucrado fue cuando recibió apoyo del grupo terrorista Ku Klux Klan y el empresario no rechazó tal apoyo. Cuando le preguntaron por este tema, simplemente se desentendió. Los republicanos no saben como detener a Trump y tampoco tienen un candidato fuerte para reemplazarlo. Por otro lado, los demócratas ven con buenos ojos que su rival sea el magnate, ya que es el adversario más fácil de vencer. Tienen sus argumentos: Trump es payasesco, exagerado, ridículo, y con buenas ideas, se le puede ganar.