Miles de personas se manifestaron anoche en las calles de San Pablo, Brasil, porque la presidente Dilma Rousseff nombró como jefe de gabinete a Lula da Silva, quien está sospechado de cohecho y lavado de dinero en el caso Petrobras. Se sabe que este nombramiento le da a Lula cierta impunidad frente a la justicia. En el momento del nombramiento en el cargo, el pueblo brasileño gritaba por la renuncia de Rousseff: 'Renunciá, renunciá' era el pedido de la multitud.Un juez federal detuvo el nombramiento de Lula como jefe degabinete, a modo preventivo.
Las protestas se extendieron a todo Brasil. Hay manifestaciones en contra y a favor del ex presidente Lula da Silva. Es que él es considerado el más grande líder de América Latina, el que sacó de la pobreza a más de 40 millones de brasileños. Es tan grande su popularidad internacional, que sus problemas legales conmocionaron al mundo. Es el gran mentor de Roussef y gracias a él, llegó a la presidencia. Por eso creen que ahora que Lula está en problemas, ella lo protege demasiado. Los brasileños están furiosos con ella y se lo hicieron saber, enfrentándose contra los defensores del ex presidente.
Desde Argentina, el gobierno macrista observa con preocupación el caso brasileño. Es que el país limítrofe es el socio principal de nuestro país, y todo lo que sucede allí, repercute acá.
Sobre todo desde que Brasil se convirtió en potencia mundial emergente junto a India, Rusia, Sudáfrica y China. Muchos se preguntan si a Cristina Kirchner le sucederá lo mismo que a Lula. Ella siempre estuvo sospechada de corrupción, pero hasta ahora no tuvo problemas legales graves.
En las últimas horas, desde las redes sociales el grupo Brasil de lutoinvitaron a sus ciudadanos a vestirse de negro, en señal de luto por la grave situación que están viviendo..
Sugieren vestirse así hasta el otoño o hasta que el caso se resuelve. La Corte Supremaautorizó la continuación del juicio político contra Dilma Roussef,algo que también tendrá en vilo a Brasil y al resto de la región.