El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó que los viernes sean días no laborables para los empleados públicos del país. La medida estará vigente los meses de abril y mayo, con el objetivo de enfrentar la crisis energética que sufre esa nación causada por sequía que perjudica a la represa del Guri. Con esta idea, el Gobierno venezolano tiene la esperanza de achicar el 20% del consumo eléctrico en las oficinas estatales. Maduro dice que la medida no afectará a los organismos nacionales que producen bienes y servicios.

Las empresas privada más importantes del país también están afectadas por la crisis energética: están obligadas a reducir su consumo eléctrico en un 20%, o sino serán multadas.

Esta medida extrema se basó en la experiencia de Semana Santa: no se trabajó ninguno de los siete días y supuestamente redujo el gasto de luz. La represa del Guri es la responsable del 60% del dispendio eléctrico de Venezuela. Actualmente está dañada por culpa del fenómeno climático El Niño, que causa sequía a todos los territorios que afecta.

Las casas de familia también están perjudicadas por estas crisis. Maduro le pidió a su pueblo que reduzcan el consumo de luz porque las medidas tomadas recientemente no alcanzan para superar el problema. Desde el año 2010, Venezuela tiene graves conflictos con la electricidad: todo el tiempo sufre apagones masivos, especialmente en el interior del país.

Los especialistas en el tema creen que esta cuestión sucede porque las tarifas de luz son muy baratas y por el descenso del aparato productivo.

La crisis es tan grave que Maduro llegó a pedirle a las mujeres que no usen el secador de pelo porque gasta mucha electricidad. Añadió que le parece más estético cuando las féminas se secan el cabello naturalmente.

También arremetió contra la planchita para alisar el pelo, señalándola como 'altamente consumidora de electricidad'. El pueblo venezolano teme lo peor: que un colapso eléctrico hunda al país y que termine en una guerra civil sin retorno.