Las declaraciones del actual Papa argentino sorprenden a católicos y alaicos del mundo entero: En el marco de la Academia de las Ciencias Pontificada elPapa Francisco ha declarado que el “Big Bang” es un hecho científico constatadoy que por lo tanto la teoría de la evolución también es real. Se complementaasí con el Papa Pio XII, quien ya había iniciado un camino para elreconocimiento de la teoría evolutiva, pero aun todavía con ciertasreticencias.

Dichas afirmaciones por vez primera acortan las distanciasentre los avances científicos y la vieja e inamobible doctrina de la Iglesia Católica. Dicha doctrina fue la que durantecientos de años, no solo negó todo avance científico que contradijera a susprincipios, sino que también los combatió  de la manera más cruel y dura, como por ejemplo los famosos casos de GalileoGalilei y Giordano Bruno, entre otros científicos y pensadores que fueronperseguidos y castigados por la inquisición y la iglesia.

El Papa Francisco está iniciando una apertura en elpensamiento doctrinal de la Iglesia Católica como institución para “actualizarla”y hacerla encajar con la vida moderna. El Papa entiende que el “Big Bang” – unateoría que explica el inicio del universo mediante una explosión- no tienenecesariamente que negar que hubiera un creador. Dios, para el Papa Francisco,podría situarse antes de la Gran Explosión, siempre y cuando la existencia delmismo pueda remitirse sola y exclusivamente a un acto de fe íntimo ypersonal.

Para ilustrar esteconcepto, el pontífice declaró que “Dios no andaba con una varita mágica creandoel mundo”. Dicho esto, puede conjeturarse que Francisco se refiere a una manera un tanto pueril o ingenua de leer y estudiarlos evangelios. Sobre todo, aclarando que podría ser un estilo metafóricoutilizado por los “escribas” de la antigüedad, los cuales seexpresaban de esta manera para “explicar lo inexplicable”. Es decir, el granmisterio de la creación del universo y de la vida.

Con todo, el Papa Franciscono puede renunciar a que los hombres, es decir, los seres humanos, somos unacreación de Dios. Una creación divina, agrego yo, pero no precisamente por el mismo dios que nos cuenta la Iglesia Católica.

En mi opinión, si el serhumano es una creación hecha a semejanza de su creador, y éste ha dado a sucreación la total libertad para realizarse como individuo social y colectivo elPapa Francisco, en su función sacerdotal, no tiene más trabajo que observar yayudar a que esta “obra” llegue a buen puerto.

Así las cosas, obviamente muy lejos de reconocer que en la teoríade la evolución – por lógica- el hombre descendería de los monos, el PapaFrancisco está haciendo un esfuerzo de acercamiento muy necesario de laIglesia en general para acortar labrecha entre ciencia y religión, pero sobre todo en beneficio de sus fieles.