Buzos rosarinos disfrutaron un maravilloso viaje al Mar Rojo, donde vivieron experiencias extremas especialmente en el conocido Blue Hole en Dahab.

El viaje

Los diez buceadores partieron de Rosario -Argentina- a mediados de abril del corriente año y su primer destino fue Sharm El Sheikh, en Egipto, en las costas del Mar Rojo. Allí bucearon en el naufragio de un barco de guerra escocés, el Thistlegorm, que transportaba tanques, camiones y motos que aún se encuentran en óptimas condiciones, y que fuera hundido en la II guerra mundial por los alemanes.

Sin dudarlo es uno de los buceos que cuenta con más inmersiones y una de las más pintorescas. Años más tarde fue encontrado por el mítico y recordado biólogo marino Jacques Cousteau.

Otro buceo realizado en la zona fue en Ras Mohammed.

El Blue Hole

En Dahad, Egipto, yendo en camello y con los trajes de neoprene puestos llegaron al 1° Canyon y al Blue Hole, ojo de mar impactante y de acceso fácil por estar a pocos metros de la costa. El Blue Hole -agujero azul- es una dolina o depresión en suelos de rocas calizas y arcilla, tiene más de 80 metros de profundidad y es uno de los lugares que más atrae a quienes practican buceo, por su profundidad, su misterio y su dificultad de inmersión (requiere gran cantidad de gas)

Es peligroso además porque desorienta al buceador que puede entrar en caída libre sin retorno, esto se debe a la luz que llega desde mar abierto proveniente de un arco submarino -Arch- que se encuentra a 60 metros.

Lamentablemente hay una larga lista de buzos que perdieron la vida en la experiencia a lo largo de los años, por narcosis de nitrógeno, hiperoxia, desorientación, etc. Varias placas que se encuentran en la superficie, recuerdan a los fallecidos en el Blue Hole -aproximadamente rondaría el centenar-, entre ellos a la argentina Bárbara Dillinger (1974-1998).

El grupo rosarino se movilizó luego a Nuweiba, allí bucearon en una mina desactivada israelita, en el preciso lugar donde Moisés "abrió las aguas".

Otros sitios de interés visitados

Los buzos también disfrutaron de la parte terrestre:

  • El Monte Sinai
  • Petra, en Jordania -donde cruzaron en ferry-
  • El Cairo, excursión a las pirámides y crucero por el Nilo
  • Estambul, en Turquía, Mezquitas, Palacio del Sultán y Gran Bazar

 El regreso

Tras quince días el grupo emprendió el regreso. A principios de mayo, llegaron a Rosario con la certeza firme de haber vivido una experiencia maravillosa, sólo en este caso para buceadores experimentados.