El Museo de Arte de Milwaukee, Estados Unidos, agregó a su colección la controversial obra titulada Huevos Benedict, un retrato del Papa Benedicto XVI hecho de diecisiete mil preservativos de distintos colores. Miembros de la comunidad católica de la ciudad tuvieron una respuesta negativa ante la obra, aunque autoridades del museo declaran haber recibido grandes muestras de apoyo.
La inspiración que tuvo Niki Johnson para crear este retrato fueron las declaraciones hechas por el Papa Benedicto XVI en 2009. El entonces pontífice dijo que el uso de preservativos no era efectivo para frenar la epidemia de HIV en África y que incluso podían ayudar a acelerarla.
El retrato de Johnson es una crítica a la postura de Benedicto y también quiere servir como una forma de abrir el diálogo sobre el uso de preservativos como una cuestión fundamental para la salud pública.
La obra no se exhibió hasta el año 2013 debido al complejo proceso de realización que le llevó a la artista aproximadamente doscientas setenta horas, la mitad de las cuales fueron dedicadas solamente a abrir los paquetes de preservativos. Benedicto ya había renunciado a su cargo cuando la obra se hizo pública, lo que generó una gran controversia a nivel mundial por considerarse como un insulto tanto a la investidura papal y a Joseph Ratzinger como persona.
El Arzobispo de Milkaukee, Jerome Listecki, expresó públicamente su descontento con la decisión del museo de presentar esta obra.
Criticó la frivolidad con la que se utilizó la figura de Benedicto XVI y afirmó que el problema radica en que como sociedad hemos perdido el sentido de lo sagrado. El museo recibió más de doscientas quejas y varias personas retiraron su apoyo y sus contribuciones a la institución.
Si bien el personal del museo reconoce estas pérdidas, el número total de contribuciones sigue en aumento.
Dan Keegan, director del museo, dijo en un comunicado de prensa que la intención de la obra nunca fue la ofensa, sino abrir un debate sobre un asunto fundamental para la salud pública a nivel mundial. Remarcó que se trata de una obra que también invita a pensar en el rol que tiene el arte en el debate público.
A pesar de las críticas recibidas, el museo tuvo mil trescientas nuevas membresías en este último fin de semana.
Aunque, a fin de cuentas, los Museos no deciden qué obras presentar en base a las donaciones que puedan llegar a recibir, como comentó Keegan. Su fin es presentar piezas que inviten a la reflexión y al cuestionamiento de lo que se considera como inamovible.