El 18 de noviembre de 1997 el emblemático cantante de INXS, Michael Hutchence, fue encontrado ahorcado en la habitación de un Hotel en Sidney por una empleada doméstica. Luego de varios intentos de llamar a la puerta en vano, la mujer decidió abrirla y se encontró con un cuarto digno de cualquier estrella de rock, cama sin hacer, botellas de alcohol vacías por todas partes y medicamentos en el piso.
No es descabellado pensar en esta última, ya que Hutchence, estaba atravesando un gran momento justo cuando su vida se terminó, se encontraba a punto de festejar 20 años junto a INXS y tenía, fruto de una relación con la conductora Paula Yates, una hija de poco más de un año, llamada Heavenly Hiraani Tiger Lily Hutchence. Según cuenta una nota de la revista "Efe Eme", el nombre fue elegido en familia: el padre eligió “Hiraani”, la madre escogió “Tiger Lily” y la hermana pequeña se decantó por “Heavenly”.
Aunque aún no queda del todo cerrado el motivo de muerte, a casi 18 años, la hija del mítico cantante no tendría su herencia. Además su madre murió en el 2000 producto de una sobredosis de heroína y fue Geldof el que decidió hacerse cargo de ella.
Rhett Hutchence, el hermano del fallecido declaró a la revista "New Idea": "Si Michael se encontrara entre nosotros ahora mismo, estaría indignado con el reparto tan injusto que se está haciendo de su dinero y de sus bienes. El trato discriminatorio que se le está dando a su única hija con todo este tema de la herencia es deplorable, y demuestra que quienes deberían asegurarse de que Tiger reciba todo lo que necesita no están haciendo su trabajo como deberían. Ya sea por la situación legal de Tiger (la paternidad de Geldof) o por los intereses privados de estos administradores, el caso es que se está cometiendo una auténtica atrocidad con su legado".