Luego del “Antes” y el “Durante” corresponde el lugar al “Después” para cumplir el desafío de Roció Rodríguez Planes, autora y directora de la obra “Pegame BABY una vez más”. Pasaron dos semanas de haber visto la obra y confieso no ser la misma persona. No lo deseaba, pero me hizo pensar.
Me hizo pensar en el Teatro independiente y las razones vagas y vanas de no consumirlo (sí, consumirlo) más a menudo. Me hizo pensar en la pasión, de ver a la directora presente en todos los detalles, incluso en el escenario. Me hizo pensar en el Arte de actuar y representar la vida de otros, sean reales o no, porque puede diferir, pero nadie me va a quitar del imaginario que lo que allí ví, es sensorial, pero también tangible.
En la difícil tarea de ponerle palabras a las sensaciones (se supone que me preparé para ello) me encuentro en la disyuntiva de escribir para mí o escribir para el público. Siempre nos ocurre a los que nos largamos en esta cruzada de suponer que alguien lo leerá y le pasará algo. Ni siquiera la entrevista con la directora Roció Rodríguez Planes me alcanza para tomar una decisión. Calma.
De repente me vuelve la sensación que tuve al comienzo de la obra. Si me apuran, les cuento que me asusté, pienso unos segundos y digo que no, que solo tuve la sensación de lo desconocido, de la incertidumbre, de las ganas que ocurra alguna certeza. Mi estructura, muchas veces, me exige que le explique lo que entra por mis ojos.
Minutos después, me relajé.
Da la impresión que los actores no podrían ser otros, que para esos papeles, esas interpretaciones nadie las podría hacer mejor. ¿Mejor? Es cierto, no sé lo que es mejor y peor, ni siquiera en lo que me dedico yo. Otro acierto de la directora, intuyo.
“El modo en el cual el espectador se vincule con su cotidiano, imaginario y experiencias será lo que determine como se va a vincular con la obra.
Eso es lo más interesante de exponeruna obra, que la destruyan (en un sentido agradecido), que la completen valga la redundancia” nos contó Rocío en la entrevista. Completar no la puedo completar estimada, porque no me la imagino de otra manera.
Mi modo de vincularme fue incomodo, ya estaba advertido. En el afán de intentar llevarme algo de la puesta en escena, sucedió que naturalmente me enganché con lo distintivo de la obra; con la historia no lineal que nos ofrece Pegame BABY una vez más. Estallé de risa, me preocupé y hasta pensé una manera de salvar a Carlos. Yo sé lector, que esperabas que te cuente un poco más. Vení a verla, ahora te desafío yo.