Brasas del resentimiento es una obra dramática que lleva varias temporadas en cartel en distintas salas porteñas. Es una adaptación particular del “Pelicano”, del autor sueco August Strindberg. Pero esta versión profundiza la trama en lo que se hereda en costumbres y tradiciones más que en la parte material, sin dejar de lado los grandes matices de violencia psicológica familiar.

Esos ideales que pasan de generación en generación dentro de una familia que resaltan en este grupo que ha recientemente perdido al jefe de familia y se ven en la decadencia monetaria con una herencia irreal.

Y este hecho hace que surjan lo peor de sus componentes, afloran engaños, recelos, mentiras y egoísmo en cada uno de ellos. Pero también durante la obra se invita a la reflexión al surgir el entendimiento entre hermanos combatientes y brilla el perdón general de todos sus integrantes.

Un grupo de variados y sólidos actores (Marianela Garcia, Rocio Romera, María Del Rosario Otaño, Pablo Scorcelli y Pablo Pieretti). Con la sabiduría escénica en dirección y producción general de Ezequiel Castillo. Pese a que el grupo actoral defiende muy bien sus personajes sobresalen los jóvenes como Pablo Scorcelli en el papel de iracundo hijo sobresaliendo en las partes más dramáticas. Pablo Pieretti en la piel del villano de la obra y Marianela Garcia como Rocio Romera en situaciones dramáticas en sus interpretaciones.

La escenografía es austera y representa el living de la familia del barrio de San Telmo donde se desarrolla la acción en la obra, acompañada por una prolija iluminación.

Si bien al promediar la obra el interés se cierra en la relación entre los hermanos, la historia mantiene buena dinámica y no se vuelve monótona sino que crece hacia el final.

Con un texto rico lleno de emociones con un choque de fuerzas, reafirma la importancia del elemento trágico, que se aman y se aborrecen, se aborrecen y se aman. Un final notable de los hijos de Amparo frente a un secreto muy bien guardado con esa madre déspota y dominante que cautiva al espectador.