La Beriso, una banda de rock surgida en Avellaneda, se presentó este viernes 16 de octubre, en el estadio Florentino Ameghino de la ciudad de Villa María, en la provincia de Córdoba y brindó un recital a sala llena y a puro rock. El show duró alrededor de dos horas y junto con la presentación de los temas del nuevo disco “Historias” también sonaron los clásicos que hacen estallar a los fanáticos como “Por qué”, “Te burlaste”, “Venenosa”, “Vicios”, “Tus ojos”, “Todo es mentira” y “Madrugada”.
También se presentaron el domingo 18 en la localidad de San Francisco, de la misma provincia, donde volvieron a agotar las localidades.
Recordemos que la banda se halla en plena gira nacional y seguirá con shows casi todas las semanas de octubre y noviembre pasando por provincias como Santa Fé, Salta, Tucuman, el interior de Buenos Aires y luego recorriendo la Patagonia desde Neuquén hasta Tierra del Fuego para finalmente cerrar la gira en el Estadio Único de La Plata, el 12 de diciembre, en lo que será el show más importante de la banda en su historia y donde se estima lo hará con localidades agotadas.
Haciendo un poco de historia, la banda nace en Avellaneda, allá por el año 1998 y fue creciendo mientras se movía por el ambiente under del rock, y lentamente se fue haciendo más conocida hasta lograr emerger y pasar a ser unas de las bandas con gran convocatoria a nivel nacional llegando a participar del Cosquin Rock 2014/2015 y compartiendo escenario con bandas como Bersuit Vergarabat. Una característica es que siempre mantuvieron su independencia al momento de editar sus trabajos siendo al día de hoy sus propios productores, llevando editados ocho discos desde el demo de 2004 hasta Historias que salió a la venta el año pasado.
La banda está formada siete integrantes donde predominan las tres guitarras, los nombres de ellos son: Rolando “Rolo” Sartorio en voz y guitarra, Pablo Ferradas en guitarra y coros, Emiliano Mansilla con guitarra, Ezequiel Bolli tocando el bajo, Javier Pandolfi como baterista, Conde Kung en teclados y Pablo Puntoriero junto a su saxo.